Es claro que ya no estamos en la década de 1930, cuando el entonces candidato da
Si no con imitación extra lógica, sí como referencia, podemos observar las democracias europeas con campañas de 2 meses o menos, cortas en tiempo y en dinero.
Por otra parte, es necesario erradicar la perniciosa práctica de hacer campañas, no proponiendo la propia plataforma para que el elector conozca a dónde se quiere llevar a
El artículo 38 del Código, en su inciso p), ordena a los partidos y candidatos “abstenerse de cualquier expresión que implique diatriba, infamia, injuria, difamación o denigre a los ciudadanos, a las instituciones públicas o a otros partidos políticos y sus candidatos, particularmente durante las campañas electorales y en la propaganda política que se utilice durante las mismas” Lamentablemente no están claras las sanciones que disuadan de tan grave práctica, que destruye todo el propósito democrático.
Propuesta: La única manera eficaz previsible, de erradicar esa perniciosa práctica, que tanto sesgó el pasado proceso electoral, tendrá que ser radical: prohibir en los promocionales de vía pública, de radio y televisión toda referencia a los otros contendientes, para evitar posibles interpretaciones escurridizas acerca de qué debe entenderse por diatriba, infamia, etcétera.
Esteban M. Garaiz I.