Para Milenio
Esteban Garaiz
17 de septiembre 2019
Algo preocupante está ocurriendo por estas tierras. Y el que
quiera entender que entienda.
En Jalisco no hay más que un Gobernador. Como en la República
no hay más que un Presidente; y en cada municipio no hay más que un
Ayuntamiento colegiado.
En el orden civil, al igual que en el orden militar, sólo hay
una línea de mando. En el orden civil la línea de mando parte, en su raíz
original, del mandato del pueblo soberano: “La soberanía nacional reside
esencial y originalmente en el pueblo” dice el artículo 39.
Todo servidor público deriva del mandato popular. Ese mandato
asigna atribuciones específicas, a las que debe atenerse. El servidor público
no es virreyito, o virreinita, para mandar a sus súbditos a callar y a
obedecer.
El servidor público sólo puede actuar fundado en sus
atribuciones, a las que debe apelar cada vez que manda. Expresamente. No es
“por mis pistolas”.
Las atribuciones municipales derivan del Ayuntamiento, que
actúa según las tareas expresadas en el artículo 115 de la Constitución federal
y de la legislación derivada de él.
De ahí derivan también las atribuciones intermunicipales:
“previo acuerdo entre sus ayuntamientos, podrán coordinarse y asociarse para la
más eficaz prestación de los servicios públicos”.
En el ámbito federal: la línea de mando deriva en cadena del
Titular Único, según sus atribuciones constitucionales.
Responsabilidad única federal es la política exterior, con
principios muy expresos establecidos en el artículo 89 fracción X. Entre ellos:
la cooperación internacional para el desarrollo.
A la Secretaría de Relaciones Exteriores le corresponde regir
y encauzar la cooperación internacional para el desarrollo en la que participen
las intermunicipalidades “previo acuerdo entre sus ayuntamientos”. Lo hace a
través de la Dirección General correspondiente.
Así lo fue en octubre de 2018 en Mazamitla, Jalisco, en la
reunión intercontinental que se llevó a cabo en el Centro de Formación Cívica
Ambiental para servidores públicos, con la activa participación del doctor
Bruno Hernández Piché, Director de Cooperación de la Secretaría de Relaciones
Exteriores, y de varios diplomáticos del área de cooperación de la Embajada de
Francia, como Juliette Billy y Vincent Guimard; así como la presencia activa de
madame Josette Bourdeu, alcaldesa de Lourdes.
Así lo reportamos en este espacio el 16 de octubre de 2018.
Decíamos entonces que “al parecer, la vocación de servicio público desde lo
local y el esfuerzo por la colaboración intermunicipal no han despertado,
durante 10 años, mayor interés de los gobiernos estatales en Jalisco. Es de
esperarse que esto cambie pronto”.
Aun cuando las intermunicipalidades, como su nombre lo
indica, no son de atribución estatal, y las relaciones de cooperación
internacional para el desarrollo son claramente del ámbito federal, es de
ponderarse que, sin interferencias, se les brinde el respaldo político, por el
eficaz desempeño que han tenido en beneficio para los habitantes de Jalisco,
sin implicaciones partidarias.