1.-Que estamos en deuda histórica con los pueblos, originarios; y que
debemos respaldar su autonomía, sin sesgos desde fuera;
2.-Que no puede haber república sobre latifundios y peonaje de “las tres
cuartas partes de los mexicanos”.
3.-Que la rectoría económica del Estado, en un país de ese origen feudal,
ha sido en el siglo XX deberá volver a serlo en el XXI, la manera más eficaz de
lograr un desarrollo equitativo y humano;
4.-Que la participación ciudadana debe ser auténticamente ciudadana, no
corporativa;
5.-Que el poder judicial en Jalisco ha violado por decenios su propia
legalidad: artículo 52. Sus tiempos laborales, reducidos a 100 días del año, no
le permiten sentenciar en plazo; es omiso y por eso, es injusto
permanentemente. Urge la refundación.