jueves, 22 de agosto de 2019

El SIAPA y el 115


Para Milenio
Esteban Garaiz
20 de agosto 2019

El SIAPA no es un órgano virreinal. Como su nombre lo indica, es un órgano intermunicipal, cuyas atribuciones y obligaciones de servicio público derivan de los ayuntamientos que lo constituyeron (en el marco del artículo 115 constitucional) y lo supervisan.
El SIAPA tampoco es, mucho menos, una empresa, cuya razón de ser (como de cualquier empresa) es ser redituable, o sea: generar utilidades.
Toda institución tiene una tarea pública encomendada, unas atribuciones y una línea de mando. En el caso del SIAPA la tarea es el APA: el suministro de agua potable y alcantarillado a las personas. La orden de mando es intermunicipal: su cuerpo directivo está formado por los ayuntamientos, electos por el pueblo ciudadano.
Como todo órgano público, las obligaciones del SIAPA corresponden a un derecho humano y están para respetar y dar cumplimiento a ese derecho vital. Para eso está el SIAPA: para servir a los seres humanos, para el servicio público.
La exigencia humana, ciudadana, de este derecho humano primordial puede y debe dirigirse: tanto al ayuntamiento, que es el que directamente tiene la responsabilidad constitucional de atender este derecho de cada ser humano; como al sistema intermunicipal formado por los ayuntamientos para cumplir de manera más eficaz con esta obligación constitucional.
Ni el ayuntamiento ni el sistema intermunicipal pueden desentenderse de esta obligación primordial: atender el derecho humano al agua.
En efecto, dice el 115: “Los municipios tendrán a su cargo las funciones y servicios públicos siguientes: a) Agua potable, drenaje, alcantarillado, tratamiento y disposición de sus aguas residuales…” Más adelante prescribe: “Los municipios, previo acuerdo entre sus ayuntamientos, podrán coordinarse y asociarse para la más eficaz prestación de los servicios públicos o el mejor ejercicio de las funciones que les correspondan”.
Ahora bien, las concesiones del uso de agua del subsuelo, como recurso natural de propiedad originaria de la Nación, son de responsabilidad Federal.
El SIAPA no puede de manera inconsulta y opaca, arrogarse derechos federales de extracción de agua del subsuelo que originalmente hayan sido otorgados a colonias, ejidos o individuos, que muchas veces los obtuvieron en la formación de las colonias, y a su costo; e incluso antes, cuando su origen fue ejidal.
Aquí esta uno de los problemas políticos reales más serios que hoy se presentan en el Área Metropolitana de Guadalajara: la falta de transparencia y la apropiación ilegal de derechos establecidos sin la debida concertación previa con los vecinos. Ni siquiera de su conocimiento.
Aquí hay una severa responsabilidad en los ayuntamientos. No se puede constituir un monstruo ingobernable, que no responda a la ciudadanía y a su derecho a saber y a decidir. Mucho menos en un asunto vital para todos.
¿Saben las asociaciones vecinales de Zapopan, Tlaquepaque, Tonalá, Tlajomulco, de donde les llega el agua a sus domicilios? No. Ni siquiera, en muchos casos, están debidamente constituidas.
P.D. La Ley 24 dic. 2013 genera una controversia constitucional.

lunes, 19 de agosto de 2019

El fentanilo y la Guerra del Opio (1838-42)


Para Milenio
Esteban Garaiz
13 de agosto 2019



Perdido entre renglones, en páginas interiores en una nota del Finantial Times, publicada en Milenio por James Politi y Michael Hunter, aparece el anuncio.
Dice que: “La decisión de Trump de amenazar a Pekín con más aranceles se produjo después de que el presidente se decepcionó por el resultado de las conversaciones entre altos funcionarios estadounidenses y chinos”.
Signe la nota: “Entre sus quejas estaban la resistencia de China a comprar productos agrícolas de EU y su falta de acción para detener los flujos de fentanilo a su nación”.
Según los médicos del ramo, el fentanilo es un poderoso antidepresivo sintético de carácter opiáceo. Muy recurrido entre la población norteamericana.
Ahora que China ha pasado a ser, en términos reales, la economía nacional más fuerte del planeta, frente al notorio declive de la economía norteamericana con un severo y persistente déficit en su balanza de pagos y con una deuda pública impagable, al rubio del Norte le preocupa, según la nota, el consumo imparable del fentanilo chino por parte de la población de EU.
La situación que preocupa a Trump evoca de manera inevitable la Guerra del Opio, cuando “la pérfida Albión”, o sea: el Reino Unido de la Gran Bretaña e Irlanda del Norte, impuso por la violencia de los cañones al decadente y milenario Imperio Chino, por el Tratado de Nan King, 1842, la venta en su territorio del opio producido en las colonias del Imperio Británico. Lo cual contribuyó en gran manera a la completa decadencia china.
Hoy las cosas han cambiado drásticamente. Bajo la férrea rectoría económica del Partido Comunista Chino, han logrado utilizar, y poner a su servicio, la economía de mercado, incluso con fuertes inversiones extranjeras.
Tal parece que inspiraron la frase de Rafael Correa, el que levantó a Ecuador: “el mercado es un excelente servidor; pero un pésimo jefe”.
Además de la incorporación de tecnología y creciente investigación propia, más el desarrollo de las destrezas laborales en todos los órdenes.
Causa risa oir a Trump reclamando propiedad intelectual, y reprochando robo de tecnología, cuando los chinos ya llegaron al otro lado de la luna, mientras aquí no tienen otra que festejar con bombo y platillos su cincuentenario.
Quiere Trump poner trabas a Huawei, cuando la empresa que más vende, tiene fríamente planeada la producción de los chips de su cadena industrial.
Después de decenios de crecer, con su rectoría pública meticulosamente diseñada a mediano y largo plazo, a un ritmo irrepetible de 10, y hasta 11 por ciento anual persistente; y de tener en sus reservas públicas millones de dólares del Tesoro de los Estados Unidos, aun así, no hacen gala de su superioridad frente a la arrogancia del Rubio.
Sin embargo, la conciencia de su actual poderío (Chung- Kuo significa literalmente: Imperio Central) no los ha separado de su gran inclinación al libre comercio internacional.
Aun cuando la geopolítica los empuja a su natural complementariedad con su vecina Federación de Rusia, con la mayor superficie territorial del globo y pletórica de recursos naturales.

Intervención en la Cámara de Diputados en 1977



Es nuestra terrible dependencia congénita; nacimos como país colonialmente ligado al mercado mundial económicamente dependiente de los centros hegemónicos; nacimos señor diputado Pedraza, subindustrializados y como una estructura agraria señorial, ineficaz e injusta…

Documento completo.

https://es.scribd.com/document/422403637/Esteban-Garaiz-22-de-Noviembre-de-1977

Fray Pedro Lorenzo de la Nada, rebelde y feminista.

Para Milenio
Esteban Garaiz

28 mayo 2019



A veces la realidad es más fascinante que la ficción. Jan de Vos, antropólogo gran conocedor y enamorado del Sureste mexicano, activista ardiente en favor de los pueblos originarios de Tabasco, Chiapas y Yucatán, belga flamenco de nacimiento, ha desenterrado la increíble historia de Fray Pedro Lorenzo de la Nada, dominico rebelde de convento de Ciudad Real (hoy San Cristóbal de las Casas) y combativo defensor de las mujeres.
Quisieron sus ex –superiores borrar de la historia, y de sus anales, al gran transformador y fundador de estos pueblos en los años de 1560-1580, y combativo opositor de las “entradas” militares y crueles de los conquistadores; y también de la complicidad anticristiana de sus compañeros dominicos del convento de Ciudad Real, con el pretexto de salvar almas.
Hazañas portentosas reviven ahora de este solitario, austero pacificador, opositor de las espadas, en el reasentamiento benéfico de pueblos enteros. Entre otras muchas, fundador del pueblo colonial del Palenque (o sea: cercado), establecido cerca precisamente del sitio espléndido que los choles conocían como Otulum.
“Palenque es el primero y el único pueblo que Fray Pedro considera como verdadero hijo suyo” dice Jan de Vos en su librito del Fondo de Cultura Económica, Cenzontle 2010.
(Palenque tiene hoy como párroco a un tapatío, digno sucesor, y promotor, de Fray Pedro Lorenzo de la Nada: Alberto Gómez, con sus propias hazañas de los tiempos de don Samuel Ruiz, y amigo de ya saben quién; Beto es además cantautor).
En la tumba (vacía por razones “desconocidas”) de Fray Pedro Lorenzo, los palencanos y demás fieles han depositado ofrendas de todos tipos, considerándolo un santo.
La Nada no surge de la nada. Pedro Lorenzo de la Anunciación, aragonés del pueblo de Alloza de la diócesis de Zaragoza, hijo de Miguel Lorencio y María Baeza, es egresado del reconocido colegio de Salamanca, donde sin duda se compenetró de las doctrinas del vasco Francisco (Gamboa) de Vitoria sobre la autodeterminación de los pueblos (que enseñó ahí hasta su muerte en 1546; y escribió De Indis, que es realmente la fundación del Derecho Internacional).
Se enfrenta Fray Pedro decididamente al teniente de gobernador de Tabasco, Juan Garzón en 1573. Predica en la Chontalpa a sus habitantes en su lengua nativa: el chontal (que también habla, además del tzotzil, tzeltal, el chol y el zoque) “puesto que ellos no encuentran otro sacerdote capaz de hablarla”.
El 24 de junio, fiesta de San Juan Bautista (patrono de la actual Villahermosa) en una ermita de la Chontalpa denuncia los abusos de los encomenderos; y les aconseja a los nativos: “Si algunos les quieren ofender en sus personas o haciendas, defiéndanse con palos y piedras, o como se les ofreciere, excepto de los justos, que a estos obedezcan con humildad”.
Por supuesto, los encomenderos de Santa María de las Victorias (Villahermosa) lo acusan de “predicar la ley de Mahoma”.
Da un paso más: “poner bajo su muy especial protección a las mujeres indígenas que los españoles se llevaban con fuerza a sus casas y haciendas para que allí estén a su servicio y antojo”. El primero es el propio Juan Garzón.
Fray Pedro amenaza con la excomunión a toda persona que sacare de los pueblos a alguna india, viuda o huérfana, contra su voluntad o por la fuerza. Clava el edicto en la puerta de la ermita el 10 de diciembre de 1574.
“Les quitan a las mujeres la libertad que Dios les dio y las desnaturalizan, y dejan morir sus hijos por ir a hacer pañales ajenos y a morirse en la villa de Tabasco, como es público y notorio que mueren gran parte de ellas que allá van, como es voz común de indias y españoles y aun de los mismos justicias que dan los mandamientos”.
“Otras en las estancias son tratadas como esclavas, hasta hacerlas recoger las vacas y limpiar las caballerizas. Y dan otros muy feos y malos ejemplos que me consta, indignos de ser escritos, hasta huirse las propias indias buscando la muerte por despoblados, por no pasar tanta miseria”.
Viene la excomunión: “Porque de derecho canónico es que el juez eclesiástico remedie la justicia seglar, mando a todas y cualesquiera personas que no saquen de este pueblo india, viuda ni huérfana contra su voluntad o por fuerza, so pena de descomunión mayor”.
Furia del teniente gobernador. ¿Quién es Fray Pedro? “que no era nada; que su oficio es decir misa” Fray Pedro transforma el insulto en título de honor:  Pedro Lorenzo de la Nada.
En Chiapa (hoy San Cristóbal) los superiores se enfurecen. Fray Pedro muere en su pueblo: Palenque, venerado como santo. Desaparece de los anales.
P.D. ¿Qué diría hoy Fray Pedro de los feminicidios?

El arma mortal de Sant Iacob



Para Milenio

Esteban Garaiz
13 nov 2018



El ochenta por ciento de las fondas de Jalisco usan platos de barro de Capula: ahí saben mejor los tacos y las enchiladas.
Capula es un pueblo artesanal y de tradiciones, a escasos 20 kilómetros de Morelia. En los primeros días de noviembre, como en otros pueblos de Michoacán, se celebra el homenaje a los muertos, tan cercanos a los vivos.
En el altar central de la parroquia de Capula está la imagen de Santiago, el santo patrono del pueblo, como en tantos otros.
 Ahí está el apóstol: a caballo y con la espada en la mano. La espada es un arma: sirve para matar. Ahí está en el centro del templo del amor fraterno.
La Iglesia Católica Apostólica Romana acaba de dar un paso de enorme trascendencia en materia de doctrina moral: eliminar del Catecismo la licitud de la pena de muerte.
Dicho con claridad: nadie tiene derecho a quitarle la vida a ningún ser humano, hijo de Dios. Ni siquiera quienes, a nombre del Estado, o sea el rector de la convivencia pacífica de todos los seres humanos, se arrogan el derecho de matar “para castigo”.
Un paso trascendente, que ha pasado casi desapercibido, frente a las hipocresías del Pro Vida mientras miles de niños nacidos vivos mueren en nuestra sociedad por criminal descuido hacia la vida humana de los más pobres y orillados (cuatro veces más que en Cuba).
Como seguramente muchos de los amables lectores recordarán de sus tiempos infantiles del catecismo, toda religión consta de tres partes esenciales: dogma, moral y culto (aunque muchos se quedan sólo con el culto y hagan caso omiso de la moral fraterna).
Según los evangelios, Sant Iacob, el apóstol Santiago, era un pescador galileo: Iacob hijo de Zebedeo, que dejó barca y redes por seguir a Jesús el Nazareno y su doctrina de amor al prójimo (“y el segundo mandamiento es igual de importante que el primero, y es: amarás a tu prójimo como a ti mismo”).
Así que el tal Iacob sabía bien remar y echar las redes; el pobre pescador galileo nunca en su pobre vida se subió a un caballo; y mucho menos blandió una espada, que sirve sólo para matar, no para amar al prójimo como a ti mismo.
No es licito matar a nadie: ni a los moros, que también son hijos de Dios. Mucho menos a los dueños originarios de estas tierras. Un arma en un templo es una terrible incongruencia. Absolutamente fuera de toda lógica. A caballo es la sacralización de la violencia entre hijos de Dios. Todo lo contrario del amor al prójimo “como a ti mismo”.
El mito de Santiago Matamoros en Compostela, Galicia fue una de las peores perversiones de la religión del amor al prójimo. Peor lo fue el utilizarlo para robarles sus tierras a los dueños originarios en este continente; y todavía ponerlos a trabajar en ellas de manera coercitiva en favor de los conquistadores, o sea: de los arrebatadores.
El robo duró 100 años más después de la tramposa Independencia Trigarante de 1821 y de la República de mentiras, cuando ya en pleno siglo XX había 30 mil ciudadanos en esta Nación de 15 millones (por supuesto, los ciudadanos eran sólo varones) y el 85 por ciento de las tierras cultivables estaban en manos de mil familias. En el siglo XX.
No puede haber república encima de latifundios. En ninguna parte del mundo, ni en ninguna época de la historia. Vean a nuestros hermanos de Colombia o de Brasil.
Si no hay reforma agraria y liberación de los peones (o de los esclavos de las plantaciones en el caso de los Estados Unidos de América) hablar de república es un contrasentido. No hay república genuina en el mundo que no haya pasado por una reforma agraria: con tierra y libertad, las dos cosas juntas.
Y libertad supone escolaridad universal. Escuela para la convivencia entre iguales; no sólo capacitación para la producción con robots de carne y hueso.
Volviendo a la parroquia de Capula, la Iglesia Católica la tiene fácil para limpiar algunos de sus templos de armas en manos de santos. En la vida civil sí la tenemos mucho más complicada.
Aspirar a la cuarta transformación de nuestra historia como nación, cuando la tercera, o sea la Revolución Mexicana dejó en todo el siglo XX la mitad de la tarea por hacer, resulta un tanto utópico. Liberarse de toda la estirpe neoliberal, que traicionó los postulados que, todavía maltrechos, continúan plasmados en el Pacto Nacional de 1917, sigue siendo una tarea titánica; y pendiente.
Si en la merindad norte de Burgos, en España, sigue habiendo todavía un pueblo llamado Matajudíos, o aquí en nuestra frontera norte una ciudad llamada Matamoros, no pasa de ser un tema simbólico de algo grave.
Aquí se nos colaron millones de armas de alto poder; y matan. El nivel de homicidios es, sencillamente, la prueba de un Estado fallido. Acabar con las armas es tarea civil. Ahora más que nunca.

Venezuela: fracaso del libre comercio



Para Milenio

Esteban Garaiz
27 de noviembre 2018


¿Qué está pasando en Venezuela? La opinión pública mexicana tiene una enorme laguna informativa de lo que ocurre en Venezuela, país hermano americano de habla española, cercano igualmente productor de petróleo, comparable (y todos los días mencionado por comparación) pero del que sabemos poco.
Todos los días los medios “occidentales” de información nos cuentan que los venezolanos por miles están abandonando su país, que era uno de los más prósperos de América y del mundo, y se van a los países vecinos como Colombia, Ecuador y Brasil.
Cuando hace apenas 5 años vivían en Venezuela 5 millones de colombianos, casi todos en empleos de baja calificación.
¿Qué pasa pues? ¿Por qué se van a otros países? Las agencias informativas, sin entrar en detalle, hablan de desabasto: estantes vacíos, no hay qué comprar en almacenes; faltan alimentos y productos básicos. No mencionan desempleo. No mencionan falta de atención a la salud. No mencionan gasolinazo.
No hay gasolinazo en Venezuela. En México con un dólar compramos un litro de gasolina. En Venezuela con un dólar se compran 20 litros de gasolina. Es más: hay un pavoroso contrabando de gasolina hacia Colombia, donde el combustible es caro; y hay una especie de huachicoleo, incluso en barco, para cruzar la frontera colombiana, donde se vende a un precio muy superior en el mercado informal.
Entonces, la pregunta se desplaza: ¿por qué el desabasto ¿Por qué los estantes vacíos?
La oposición política habla también, revolviendo, de falta de democracia y de presos políticos. Aunque saben que no pueden insistir mucho en el tema, porque todos los tales presos políticos están directamente relacionados con el fracasado golpe de estado en 2002.
Leopoldo López, el golpista con el doctor en Economía Pedro Carmona, que había sido en años anteriores alto directivo del Sistema Económico Latino Americano, decidieron derrocar al entonces presidente Hugo Chávez, pero el pueblo venezolano salió en tumulto a las calles, y Pedro fue presidente espurio por día y medio.
Leopoldo López fue generosamente amnistiado; pero ha seguido una y otra vez con sus actividades conspiratorias ilegales; y se dice “preso político”. Hay indicios fuertes de que él está detrás del atentado contra Maduro y su esposa con los famosos drones.

Ahora, en el gobierno de Nicolás Maduro, en una economía de libre mercado, resulta que está escaseando en Venezuela el abastecimiento de subsistencias populares tales como alimentos básicos o útiles de aseo.
Entonces ¿Por qué Aurrerá, o Soriana, o Walmart o la Comer, o Chedraui, no se han lanzado a poner sus supermercados en Venezuela, donde hay fuerte poder de compra? Porque prohibición no hay.
El autollamado “socialismo” venezolano en ninguna circunstancia prohibe el libre mercado de subsistencias populares. Por lo contrario, el gobierno tiene clara conciencia de que el desabasto es hoy el problema, visible, de la vida económica de Venezuela; y el gobierno asegura que es un problema inducido para desestabilizar.
Los lectores avisados podrán preguntarse también qué hace el gobierno bolivariano; por qué no se le ha ocurrido establecer, dentro de las atribuciones legales, que sí tiene, una especie de CONASUPO mexicana, que en los años 1960-82 logró meter en cintura a los supermercados, estableciendo frente a ellos una sana competencia en las subsistencias populares y pudo así contener el alza desbordada de precios en los productos básicos.
En otros importantes renglones de la vida social, el autollamado régimen socialista bolivariano ha tenido sin duda, importantes avances.
La Organización de las Naciones Unidas en su Informe Oficial 2016 detalla: “de 1990 a 2015, el índice de desarrollo humano, IDH, de Venezuela aumentó de 0.634 a 0.767, un aumento de 7 por ciento. Entre 1990 y 2015 la esperanza de vida al nacer aumentado 4.6 años; el periodo medio de escolaridad ascendió a 4.8 años”.
Igualmente, las condiciones generales de atención a la salud son muy superiores a las que prevalecen en México. El régimen bolivariano ha tenido el acierto de acordar con el de Cuba una importante aportación de médicos cubanos, en intercambio por crudo venezolano que surte a las refinerías cubanas, que allí sí funcionan.
Las cifras de la Organización Mundial de la Salud (2017) son elocuentes: Venezuela tiene 220 médicos por cada 100 mil habitantes; México tiene 130; Cuba 590, Estados Unidos 276; Alemania 354.
Así pues, en una economía de libre comercio en materia de subsistencias populares, como es la venezolana en el régimen bolivariano “socialista”, ¿qué es lo que sucede y por qué hay desabasto?
A la imaginación de los amables lectores.

Entrevista sobre la política energética actual, en México.

Entrevista, que me hacen los periodistas Rubén Martín y Jesús Estrada, sobre la política energética en el actual gobierno.  https://mx.ivoox...