Para Milenio
Esteban Garaiz
28 mayo 2019
A veces la realidad es más fascinante que la ficción. Jan de
Vos, antropólogo gran conocedor y enamorado del Sureste mexicano, activista
ardiente en favor de los pueblos originarios de Tabasco, Chiapas y Yucatán,
belga flamenco de nacimiento, ha desenterrado la increíble historia de Fray
Pedro Lorenzo de la Nada, dominico rebelde de convento de Ciudad Real (hoy San
Cristóbal de las Casas) y combativo defensor de las mujeres.
Quisieron sus ex –superiores borrar de la historia, y de sus
anales, al gran transformador y fundador de estos pueblos en los años de
1560-1580, y combativo opositor de las “entradas” militares y crueles de los
conquistadores; y también de la complicidad anticristiana de sus compañeros
dominicos del convento de Ciudad Real, con el pretexto de salvar almas.
Hazañas portentosas reviven ahora de este solitario, austero
pacificador, opositor de las espadas, en el reasentamiento benéfico de pueblos
enteros. Entre otras muchas, fundador del pueblo colonial del Palenque (o sea:
cercado), establecido cerca precisamente del sitio espléndido que los choles
conocían como Otulum.
“Palenque es el primero y el único pueblo que Fray Pedro
considera como verdadero hijo suyo” dice Jan de Vos en su librito del Fondo de
Cultura Económica, Cenzontle 2010.
(Palenque tiene hoy como párroco a un tapatío, digno sucesor,
y promotor, de Fray Pedro Lorenzo de la Nada: Alberto Gómez, con sus propias
hazañas de los tiempos de don Samuel Ruiz, y amigo de ya saben quién; Beto es
además cantautor).
En la tumba (vacía por razones “desconocidas”) de Fray Pedro
Lorenzo, los palencanos y demás fieles han depositado ofrendas de todos tipos,
considerándolo un santo.
La Nada no surge de la nada. Pedro Lorenzo de la Anunciación,
aragonés del pueblo de Alloza de la diócesis de Zaragoza, hijo de Miguel
Lorencio y María Baeza, es egresado del reconocido colegio de Salamanca, donde
sin duda se compenetró de las doctrinas del vasco Francisco (Gamboa) de Vitoria
sobre la autodeterminación de los pueblos (que enseñó ahí hasta su muerte en
1546; y escribió De Indis, que es realmente la fundación del Derecho
Internacional).
Se enfrenta Fray Pedro decididamente al teniente de
gobernador de Tabasco, Juan Garzón en 1573. Predica en la Chontalpa a sus
habitantes en su lengua nativa: el chontal (que también habla, además del
tzotzil, tzeltal, el chol y el zoque) “puesto que ellos no encuentran otro
sacerdote capaz de hablarla”.
El 24 de junio, fiesta de San Juan Bautista (patrono de la
actual Villahermosa) en una ermita de la Chontalpa denuncia los abusos de los
encomenderos; y les aconseja a los nativos: “Si algunos les quieren ofender en
sus personas o haciendas, defiéndanse con palos y piedras, o como se les
ofreciere, excepto de los justos, que a estos obedezcan con humildad”.
Por supuesto, los encomenderos de Santa María de las
Victorias (Villahermosa) lo acusan de “predicar la ley de Mahoma”.
Da un paso más: “poner bajo su muy especial protección a las
mujeres indígenas que los españoles se llevaban con fuerza a sus casas y
haciendas para que allí estén a su servicio y antojo”. El primero es el propio
Juan Garzón.
Fray Pedro amenaza con la excomunión a toda persona que
sacare de los pueblos a alguna india, viuda o huérfana, contra su voluntad o
por la fuerza. Clava el edicto en la puerta de la ermita el 10 de diciembre de
1574.
“Les quitan a las mujeres la libertad que Dios les dio y las
desnaturalizan, y dejan morir sus hijos por ir a hacer pañales ajenos y a
morirse en la villa de Tabasco, como es público y notorio que mueren gran parte
de ellas que allá van, como es voz común de indias y españoles y aun de los
mismos justicias que dan los mandamientos”.
“Otras en las estancias son tratadas como esclavas, hasta
hacerlas recoger las vacas y limpiar las caballerizas. Y dan otros muy feos y
malos ejemplos que me consta, indignos de ser escritos, hasta huirse las
propias indias buscando la muerte por despoblados, por no pasar tanta miseria”.
Viene la excomunión: “Porque de derecho canónico es que el
juez eclesiástico remedie la justicia seglar, mando a todas y cualesquiera
personas que no saquen de este pueblo india, viuda ni huérfana contra su
voluntad o por fuerza, so pena de descomunión mayor”.
Furia del teniente gobernador. ¿Quién es Fray Pedro? “que no
era nada; que su oficio es decir misa” Fray Pedro transforma el insulto en
título de honor: Pedro Lorenzo de la
Nada.
En Chiapa (hoy San Cristóbal) los superiores se enfurecen.
Fray Pedro muere en su pueblo: Palenque, venerado como santo. Desaparece de los
anales.
P.D. ¿Qué diría hoy Fray Pedro de los feminicidios?