jueves, 14 de diciembre de 2006

REFORMAS ELECTORALES NECESARIAS

Diciembre 03, 2006

Si se observa bien, el título Vigésimo Cuarto del Código Penal, que hace referencia a los delitos electorales en sus artículos 401 a 413 inclusive, se refiere a los actos delincuenciales relacionados básicamente con la jornada electoral.

La experiencia recién vivida en el pasado Proceso Electoral Federal 2005-2006, nos indica la necesidad urgente de que se concreten disposiciones más bien dispersas en el Código Federal de Instituciones y Procedimientos Electorales, que sin embargo establecen claras prohibiciones, pero no se ven reflejadas en sanciones nítidamente establecidas ni aparecen en el citado Título Vigésimo Cuarto del Código Penal; además de que del mismo modo quedan sin aclarar los sujetos sancionables ni la autoridad sancionadora.

Resulta verdaderamente urgente que exista una ley reglamentaria para el artículo 33 constitucional, que prohíbe terminantemente que los extranjeros se inmiscuyan en los asuntos políticos del país. Es incomprensible que, a 90 años de la promulgación de la Constitución Política, la aplicación de dicho artículo quede plenamente al arbitrio del Poder Ejecutivo Federal, hoy por hoy específicamente al del Instituto Nacional de Migración (INM), autoridad que ha prohibido el ingreso al país por 5 años al abogado Jeff Anderson, defensor de las víctimas de los sacerdotes pederastas de la Iglesia Católica, exportados a California por la jerarquía mexicana; que igualmente expulsa del país a ingenuas jovencitas italianas que asisten a los actos de la otra campaña del Subcomandante Marcos; y que, en cambio, permita, sin la más mínima reacción, que acuda un personaje político como el español José María Aznar y que haga un abierto pronunciamiento público en favor de uno de los candidatos presidenciales y después se retire del país tan campante; o que, ante la presencia del español Antonio Solá, socio de Aznar en el despacho de Gloria Ostos, conteste el INM que su presencia en el país se debe a que fue contratado por una empresa mexicana, que a su vez prestó servicios profesionales en materia de propaganda electoral sucia, en favor de un candidato presidencial, cuando queda claro que eso resuelve como mucho su situación migratoria, pero no contesta el tema central que es su intervención en los asuntos políticos del país.

Conviene decirlo una vez más: las principales fallas a la pulcritud electoral durante el proceso electoral pasado no provinieron de los métodos establecidos en la organización electoral, sino de las normas vigentes para la integración de las mesas directivas: eso por lo que toca a la jornada electoral.

Pero, principalmente, por la ausencia de sanciones reales y eficaces a quienes, según clara definición del TEPJF, violentaron la ley y distorsionaron la equidad en el desarrollo de las campañas: titulares del poder ejecutivo en sus tres niveles, dirigentes empresariales, actores políticos extranjeros, jerarcas religiosos y los propios equipos de los candidatos.

Por ejemplo, los hechos ocurridos demuestran que no hubo eficacia jurídica real con la disposición actualmente vigente en el Código en su artículo 183, que reza que las campañas “no tendrán más límite que el respeto a los derechos de terceros en particular los de otros partidos y candidatos…”.

Igualmente, de muy poco ha servido, y menos servirá de ahora en adelante, que el artículo 190 establezca que “las campañas de los partidos políticos se iniciarán a partir del día siguiente al de la sesión de registro de candidaturas…”, mientras el propio Código no regule con claridad indiscutible las precampañas, que sigue considerándolas como procesos internos entre militantes de cada partido, cuando todo el mundo sabe que de hecho están abiertas a la ciudadanía en general: y que siguen siendo hoy un enorme vacío legal.

A estas alturas parece totalmente claro que el Capítulo Segundo del Título Segundo del Libro Quinto del COFIPE (artículos 182 a 191 inclusive), o quizá todo el Título Segundo, requiere su contraparte en el Código Penal, con sanciones que resulten disuasivas y no con multas irrisorias. Sólo así se evitarán distorsiones.

Por lo que toca a la integración de las mesas directivas de casilla:

1).- Es necesario acortar las distancias entre la enorme complejidad de nuestro sistema electoral y el deficiente nivel de escolaridad y de capacitación de los ciudadanos funcionarios de casilla.

2).- Para la simplificación será necesario llevar a cabo dos acciones principales: una simplificación y prellenado de las actas de escrutinio y cómputo; y otra la eliminación de una serie de tareas accesorias que se han venido cargando a la responsabilidad operativa de los presidentes, lo que los distrae de lo esencial.

3).- En el renglón de capacitación, a su vez, será necesario al menos tomar dos medidas: la primera será aplazar para después del proceso electoral toda actividad de educación cívica, así sea promovida por instancias internacionales; así los vocales del ramo podrán dedicarse exclusivamente a la capacitación. La segunda medida, de carácter práctico, será ahondar en el ejercicio previo indispensable de llenado del acta de escrutinio y cómputo por todos los funcionarios sorteados para esa mesa directiva.

4).- También será necesario reducir de manera significativa las consecuencias de las sustituciones de última hora (crecientes en los últimos procesos) y, peor aun, los ciudadanos convocados de la fila (que adicionalmente representan el riesgo de presentar algún sesgo partidario).

5).- Algunas medidas complementarias que podrían establecerse:

a).- aumentar el estipendio por jornada electoral de los presidentes;

b).- incluir en las tareas de educación cívica, durante los otros dos años, los ejercicios de capacitación y adiestramiento electoral de los jóvenes preciudadanos.

c).- De otra dimensión es el tema de las elecciones concurrentes, que originan toda clase de tropiezos operativos. Nuestros compañeros no ven otra solución que la separación total o la integración total, con una sola ley y una sola institución.

d).- Puede resultar necesario también establecer en la ley la presencia obligatoria de los representantes de los partidos políticos, quizá con la excepción de los de reciente registro, en todas las casillas del país, con un estipendio equivalente por ley al de los funcionarios de casilla, con cargo a sus prerrogativas específicas.

e).- Tema igualmente particular es el de las casillas especiales. Por su característica, se deben instalar en secciones cuyo uso de suelo no es residencial. Eso hace que su listado nominal, escaso y además irreal, no sea suficiente para insacular ni siquiera la directiva de la básica. Aumentar el número de boletas resulta claramente improcedente por lo engorroso del trámite para cada ciudadano. La única solución a la vista es poder insacular del listado de todo el distrito a los ciudadanos. El criterio de respetar el derecho de todos los ciudadanos a votar debe prevalecer sobre el de impedir votar a quienes no tienen ese derecho vigente.

Esteban Garaiz

POSDATA

El señor Aznar, el señor Barraza, el señor Servitje, el señor Coppel son delincuentes electorales. ¿Están en la cárcel? ¿Por qué no han sido sancionados? Claramente violaron la ley. Sus acciones en el proceso electoral están prohibidas en la Constitución o en el Código, pero las sanciones para sus delitos no están sistemáticamente establecidas en el Título Vigésimo Cuarto del Código Penal.

Eso es precisamente lo que hay que modificar. No se puede llegar a otro proceso electoral federal con esa dispersión y ambigüedad en la relación entre delito electoral y la sanción correspondiente. De lo contrario, quedará en entredicho la legitimidad del que resulte numéricamente ganador y más si gana por un voto, porque esa es la regla de la democracia.

La doctora Fromow podrá reiterar que le faltan “dientes jurídicos” a la FEPADE; el Presidente del Tribunal repetirá que el Ejecutivo federal “puso en entredicho la elección presidencial”; y nuevamente, en medio del desconocimiento de la gran mayoría de los ciudadanos, los profesionales del IFE serán señalados como chapuceros por haber sesgado el sentido real de la voluntad nacional expresada en las urnas.




martes, 31 de octubre de 2006

LOS DERECHOS HUMANOS Y LOS REFUGIADOS GUATEMALTECOS (parte II)

SEGUNDA PARTE

PRIORIDAD EN SALUD Y EDUCACIÓN

COMAR se propuso lograr en tres años (1989-1992), con el apoyo de la comunidad internacional, una comunidad refu­giada bien nutrida, sana, instruida y con empleo productivo, de modo tal que contribuyera -en México o en Guatemala- al desarrollo nacional. Naturalmente, esto se logró antes en Campeche y Quintana Roo, donde debería concluir el Plan Multianual en diciembre de 1992, al terminar virtualmente el apoyo internacional para estos dos estados.

También en educación hubo importantes avances durante 1989. La Secretaría de Educación Pública asignó las claves 04NPR001W y 23NPR0001N a las escuelas de COMAR en los estados de Campeche, Chiapas y Quintana Roo respectiva­mente, para certificar los estudios de educación primaria. Con ello, nuestras escuelas pasaron a incorporarse formalmente al sistema educativo nacional.

Como consecuencia de la decisión anterior, la SEP extendió los primeros 160 certificados de educación primaria a los alumnos que concluyeron el ciclo 1988-1989 en nuestras es­cuelas, en formatos especialmente impresos por la Secretaría. En julio de 1990 se entregaron 360 certificados del ciclo 1989-1990.

Se distribuyeron los libros de texto gratuito para aplicar el criterio internacional de que los niños refugiados deben tener las mismas posibilidades educativas que los niños nacionales.

Por otro lado, la Dirección de Contenidos y Métodos Edu­cativos de la SEP aceptó dirigir y coordinar la elaboración de los contenidos del libro de texto gratuito monográfico sobre la geografía, historia, instituciones y cultura de Guatemala, que a partir de los esfuerzos de los maestros y promotores educativos guatemaltecos y de la propia comunidad refugia­da convocada por COMAR, preparaba el gobierno de México en los niveles de 2°, 3° y 4° grados de primaria, para cumplir con las directrices del comité ejecutivo de ACNUR con el pro­pósito de preservar en lo posible la identidad nacional y cul­tural de los niños refugiados. Los textos mono gráficos serían impresos por la Comisión Nacional de Libros de Texto Gra­tuitos, como correspondía por ley. Para ello, se presentaron solicitudes de financiamiento a varias instituciones.

Se concluyeron los cursillos de capacitación de los promo­tores educativos guatemaltecos en el manejo de los libros de texto gratuitos que por ley se utilizaba en todas las escuelas del país. Éste fue el primer paso en la línea acordada por el gobierno de México para lograr la profesionalización gradual de los promotores educativos hasta obtener su título de bachi­llerato pedagógico.

REPATRIACIONES

La repatriación es la solución óptima al fenómeno de los re­fugiados. Desde 1984 a 1991 se habían repatriado 5 787 por los canales establecidos, lo que representaba 13% de la actual comunidad. ACNUR consideraba que habían regresado espon­táneamente otros 11 000, que eran atendidos por la Comisión Especial de Apoyo a Repatriados del gobierno de Guatemala.

En la X Reunión CEAR-COMAR, con la participación de ACNUR, celebrada en Guatemala en marzo de 1990 para eva­luar las repatriaciones, el gobierno de ese país anunció que "reconoce el derecho a la tenencia de la tierra de los refugiados guatemaltecos que fueron adjudicatarios de la transformación agraria, y que tuvieron que desocuparlas por problemas de violencia". Siendo el problema de la tierra el tema de fondo de los refugiados, era de esperarse una repatriación conside­rable en los tiempos por venir, si se lograba restablecer la paz en su región de origen. Por ello, COMAR seguía con todo inte­rés los resultados electorales, así como el proceso de negocia­ción iniciado en Oslo entre la URNG y la Comisión de Recon­ciliación Nacional de Guatemala. No está de más subrayar que ellos contemplaban el retorno en función de las condicio­nes en su propio país y no según la mayor o menor comodidad que tenían en México.

LAS ONG: UN ESFUERZO COMPARTIDO

En la mencionada Conferencia Internacional sobre Refugia­dos Centroamericanos, México hizo saber, con igual satisfac­ción de la comunidad internacional, que nuestro gobierno veía con simpatía la colaboración de organizaciones no guberna­mentales en la atención a los refugiados, siempre y cuando cumplieran con dos condiciones: que coordinaran sus accio­nes con COMAR, y que se atuviesen estrictamente al carácter humanitario y apolítico de la atención a los refugiados. Aho­ra debemos decir con satisfacción que hubo siempre una rela­ción cordial y fecunda con ellas.

Con la colaboración entre COMAR y varias organizaciones no gubernamentales se establecieron programas para: capaci­tación de jóvenes en agroforestería en Oxkutzcab, Yucatán, donde se preparaba la tercera promoción; plantación de bos­quetes para leña y construcción cooperativa de estufas ahorra­doras de leña en Chiapas; nutrición infantil, también en Chia­pas; capacitación en mecánica automotriz y confección de ropa, etcétera.

Se concluyó un convenio para un centro mayor de capaci­tación de jóvenes, varones y mujeres, en el poblado Los Lirios, Quintana Roo. Además el 1 de septiembre de 1990 arrancó el Programa de Educación Inicial para el Niño Refugiado, esta­blecido de manera tripartita entre la Fundación Bernard Van Leer de los Países Bajos, la SEP y COMAR.

LA INTEGRACIÓN: NUESTRAS PERSPECTIVAS EN 1991

El tiempo no pasa en vano. Habían transcurrido ocho años, y al trauma que muchos no lograron superar, se sumaban enraizamientos familiares en los que mucho tienen que ver los 15000 niños nacidos en México.

No debemos olvidar que son precisamente los actuales adolescentes quienes como niños sufrieron más el golpe de la persecución, las matanzas y el destierro; a todo ello se agre­gaban los vínculos afectivos que habían establecido con sus coetáneos mexicanos y mexicanas.

Parecía, pues, irse acercando el momento de plantearse for­malmente el tema de la integración a las regiones donde se en­contraban asentados, de aquellos que no puedan o no quieran repatriarse.

Su incorporación a la nación mexicana requiere, evidente­mente, de un proceso previo de capitalización humana de la comunidad refugiada hasta lograr, al menos, los niveles pro­medio de las poblaciones mexicanas de la región. Este proce­so podía llevar, en el caso de Chiapas, tres o cuatro años; en Campeche y Quintana Roo sería suficiente con dos.

Sosteníamos que México tiene el legítimo derecho de invo­car la corresponsabilidad internacional para lograr el desarrollo integral (nutrición y salud, educación, trabajo productivo, asien­to seguro, documentación) de este maravilloso grupo humano, con el objeto de que venga a contribuir y no a retrasar la mar­cha nacional.

Por haber sido las comunidades indígenas -de todos nues­tros países de América- objeto de marginación, explotación y saqueo durante siglos, el nivel de desarrollo que tienen es sumamente bajo. Tienen derecho a mejorarlo. La de los refu­giados es corresponsabilidad internacional. Así se enriquecerá la nación mexicana con los valores ancestrales de esas comu­nidades mayas, semejantes a las nuestras.

Para finalizar, la labor de COMAR mereció algún reconoci­miento internacional. Durante nuestro paso por ella, el emba­jador Erwan Fouéré, de la Comisión de las Comunidades Eu­ropeas, expresó en Tlatelolco el 23 de febrero de 1990, con ocasión de la constitución del Comité Nacional de Refugiados, su "reconocimiento para la COMAR, que atiende con sus pocos funcionarios a los refugiados en Campeche, Quintana Roo y Chiapas. Admiramos -dijo- el desempeño de estas perso­nas que entregan su esfuerzo día a día, muchas veces en con­diciones climáticas inhóspitas, visitando los campamentos metidos allá en lo más profundo de las montañas y la selva. Para la Comunidad Europea, la protección internacional de los refugiados, y su asistencia, constituye una de sus políticas humanitarias más sentidas y de mayor preocupación".

Guadalajara, Jalisco, febrero de 1999

Esteban Garaiz

Coordinador general adjunto de COMAR,

1989-1991. Actual representante de la Comisión Federal Electoral de Jalisco.

LOS DERECHOS HUMANOS Y LOS REFUGIADOS GUATEMALTECOS (parte I)

PRIMERA PARTE

Parte integrante de la práctica activa de los derechos hu­manos en México es indudablemente el ejercicio del asilo y el refugio, de inveterada tradición en México. Sean activis­tas políticos o simples víctimas de la violencia generalizada en su país de origen, quienes tengan que huir para salvar su vida o su integridad física y -parafraseando el artículo 2° de nuestra Constitución-, "entren al territorio na­cional alcanzarán, por ese solo hecho, su liber­tad y la protección de las leyes".

Es el caso de los 46 000 campesinos indíge­nas guatemaltecos que tuvieron que huir de su país en 1981 y 1982 a causa de la violencia ge­neralizada contra sus aldeas.

En el periodo de nuestra responsabilidad (1989-1991), los 20 000 refugiados reubicados en Campeche y Quintana Roo desde 1984 -único lugar don­de México contaba con tierras disponibles-, los refugiados ahí asentados se encaminaron gradualmente a la autosuficien­cia, mediante el cultivo de tierras con el apoyo de un fideico­miso instituido para ello; tuvieron poblados con calles traza­das, solares y viviendas rústicas, agua entubada, electricidad comunitaria, escuela primaria de organización completa, clí­nica rural, carpintería y panadería; es decir, siguieron un pro­ceso para lograr un nivel de vida equivalente al que tenían los campesinos mexicanos de la zona, gracias al financiamiento proveniente en parte de la comunidad internacional.

Durante 1989 se construyeron dos nuevos poblados: Kesté, en Campeche, para 550 familias, y La Laguna, en Quintana Roo para 232 familias. En 1991 se construyó Los Laureles, en Campeche para 550 familias.

Mientras se lograba la autosuficiencia, se realizó la recons­trucción del sitio arqueológico de Edzná, en Campeche, con trabajo asalariado de los refugiados cubierto por varios países cooperantes, entre otros España, cuyos reyes visitaron el sitio en enero de 1990. Tales trabajos significaron un gran aliciente para la autoestima de los refugiados, casi todos de origen maya, al reconstruir los monumentos que levantaron sus antepasados.

CHIAPAS: UN NUEVO ENFOQUE

Los 23 000 refugiados que no aceptaron ser reubicados -por temor a perder la oportunidad del retorno- permanecieron en gran precariedad en Chiapas durante siete años, asentados ilegalmente en tierras ejidales, siempre con el temor de ser expulsados una vez más, dispersos en 123 asentamientos, re­cibiendo el apoyo del Programa Mundial de Alimentos por medio de COMAR y con servicios inevitablemente deficientes de salud y educación (en Campeche y Quintana Roo, sólo los llamados "grupos vulnerables": viudas, huérfanos y ancianos recibieron alimentos del PMA).

En Chiapas, la COMAR ha recorrido desde 1982 más de 7 700 kilómetros para distribuir 65 000 toneladas de alimen­tos con un valor superior a los 24 millones de dólares, además del costo del transporte por otros 8 millones de dólares, tam­bién aportados por Naciones Unidas.

Ante esta situación, la nueva administración federal tomó en 1989 la determinación, con realismo político, de establecer programas productivos para lograr el autosostenimiento de los grupos de refugiados. En Chiapas, luego de garantizarles asien­to seguro, también se aplicaron dichos programas.

Se acordó, para ello, con el Alto Comisionado de Naciones Unidas para Refugiados el paso del programa de asistencia (CM) al programa de autosuficiencia (LS) para Chiapas. Así, se elaboraron los proyectos específicos para lograrlo.

Dichos proyectos tomaban en cuenta la gran diferencia respecto de Campeche y Quintana Roo, es decir, la enorme carencia de tierras en Chiapas. Por eso se proyectó esa ayuda en dos vertientes: trabajo asalariado y actividades domésticas de traspatio.

El trabajo asalariado -también con recursos internaciona­les y específicamente de la Comunidad Europea y de Sue­cia- preveía la reparación de caminos rurales, reforestación, rehabilitación y saneamiento de las 6000 hectáreas del Parque Nacional Lagunas de Montebello infestadas por un insecto descortezador, rehabilitación y limpieza del distrito de riego de San Gregorio y restauración de las ruinas de El Lagartero. Se avanzó en los trabajos de vivero en Montebello y de limpieza en El Lagartero. Estos trabajos contribuyeron al desarrollo regional de los ocho municipios del vértice de Chiapas en re­tribución a la hospitalidad recibida.

La otra vertiente fue la autosuficiencia relativa -unos 80 días del año- que debería lograrse con actividades de traspa­tio para autoconsumo, a partir del asiento seguro: horticultura, aves de corral, apicultura, cría de conejos, zahúrdas, estanques de piscicultura, etc., básicamente en los solares familiares. Da­das las grandes limitaciones -económicas y políticas- de tierra en Chiapas. Los solares en los nuevos asientos eran en ese momento la única posibilidad de cultivo propio. Al respec­to cabe recordar que los campesinos guatemaltecos son exce­lentes horticultores. Pero, por encima de todo, deseaban un asiento seguro de donde nadie los expulsase.

CIREFCA, 1989

Estos programas fueron presentados -todavía en la fase de perfil- en mayo de 1989 en Guatemala en la Conferencia In­ternacional sobre Refugiados Centroamericanos, con gran be­neplácito de la comunidad internacional y especialmente de los países cooperantes. Para todos estos proyectos se concer­taron y firmaron convenios con las respectivas secretarías y entidades: ser, SARH, SEDUE, Comisión Forestal del Estado de Chiapas, etc. En el caso del INAH, siguió vigente el contrato del fideicomiso de ruinas.

En CIREFCA, el entonces subsecretario de Gobernación Mi­guel Limón Rojas, anunció que "con el objeto de adecuar la legislación mexicana a las nuevas modalidades migratorias internacionales, el gobierno enviará en la próxima sesión or­dinaria del Congreso de la Unión, una iniciativa para adicio­nar al artículo 42 de la Ley General de Población la calidad migratoria de refugiado, como figura jurídica diferenciada de la del asilado político". También este anuncio causó excelen­te impresión en la comunidad internacional. La reforma entró en vigor el 18 de julio y suponía la incorporación del princi­pio internacional de no devolución o de repatriación volunta­ria, no incluido expresamente en nuestras garantías constitu­cionales. El reglamento se expidió unos años más tarde.

REGULARIZACIÓN

Mientras tanto, COMAR firmó un convenio con la entonces Di­rección General de Servicios Migratorios de la Secretaría de Gobernación, para documentar a todos los refugiados de Chia­pas con la forma migratoria FM 3, al igual que en Campeche y Quintana Roo, lo que les autorizaba a realizar trabajo asa­lariado. Hasta ese momento sólo contaban con la FM 8 de vi­sitantes temporales. Este trabajo, estaba muy avanzado en 1991 y se incorporó a los más de 6 800 refugiados dispersos que ha­biendo llegado de la misma región en conflicto y en los mis­mos años, permanecían indocumentados más allá de los ocho municipios del vértice de Santiago.

Para 1991, habían nacido en México 15000 hijos de refu­giados. Eran constitucionalmente mexicanos por derecho de suelo, y en Campeche y Quintana Roo habían sido asentados en el Registro Civil. Algunos se han repatriado con sus pa­dres. En Chiapas, COMAR contó con una brigada especial para el registro de los nacimientos, gracias al apoyo generoso del gobierno del estado; pero todavía se encontró, a pesar de la promoción, alguna resistencia de ciertos padres de familia, tal vez porque creían que ello les impediría repatriarlos a su retorno.

AUTOSUFICIENCIA

En Campeche y Quintana Roo los refugiados comenzaban a generar importantes excedentes agropecuarios para la co­mercialización. En los poblados de Campeche se produjeron, en 1989, 18 toneladas de fríjol, 439 de maíz, 217 de chihua (calabaza para semilla), 45 de cítricos -de plantaciones ya establecidas al adquirir los predios-, 25 de mango, 200 de ca­cahuate, 13 de flor de jamaica (seca), e igualmente, ocho tone­ladas de carne de bovino en pie y 74 de porcino, y 40 toneladas de miel.

En Quintana Roo los poblados de refugiados contribuye­ron a equilibrar el desarrollo del estado aportando excedentes importantes de frutas y otros productos agropecuarios a la ac­tividad hotelera de Cancún y a la ciudad de Chetumal. En mo­mentos de escasez nacional de fríjol en 1989, surtieron 335 toneladas para satisfacer la demanda de Chetumal, Cancún, y parte de Tabasco y Campeche. Aparte del autoconsumo, co­mercializaron en Cancún 103 toneladas de piña y siete de ji­tomate, así como 79 toneladas de carne de cerdo, seis de bo­vino, y 17 de miel, más 760 litros de leche para la elaboración de quesos. Produjeron 859 toneladas de maíz, 558 de fríjol, 275 de plátano, 412 de piña y siete de hortalizas.

La producción artesanal -tejidos típicos- es difícilmen­te cuantificable, pero contribuyó también al ingreso familiar y al comercio turístico.

Continua ...

THE GUATEMALAN REFUGEES AND HUMAN RIGHTS



The refugees settled in Campeche and Quintana Roo –the only places where México had land available- moved slowly towards self sufficiency through tilling the land. With money coming from the international community. townships were built streets and plots marked out, rustic dwellings, piped water, electricity, primary schools, rural clinics, carpenter’s shops and bakeries: in others words, they achieved a standard of living equal to that of the peasants in the area.

During 1989, two new townships were built-Kesté in Campeche, for 550 families, and La Laguna in Quintana Roo, for 232 families. In 1991 Los Laureles was built in Campeche for 550 families.

For their part, the 23 000 Guatemalans who did not agree to be relocated, for fear of losing their chance to return, remained in very precarious conditions in Chiapas, settled on common-farm land with the ever-present fear of being expelled, they were scattered into 123 settlements, receiving support from the World Food Program through COMAR and enjoying inevitably inferior health and education services. In 1989, it was decided to set up productive programs, in order to promote self-sufficiency by guaranteeing safe settlement. Hence, agreement was reached with the UNHCR to pass from the aid program to that of self-sufficiency for Chiapas.

These projects took into account the great difference from Campeche and Quintana Roo, which led to two focuses-salaried work and backyard cottage industries.

The salaried work, also with international money –above all with international money, and, more specifically, with money from the European Community and Sweden- supported the repair of rural roads, reforestation, rehabilitation and rescue of the 6 000 hectares of the Laguna’s de Montebello National Park, rehabilitation and cleaning up of the San Gregorio irrigation district and restoration of the El Lagartero ruins. These projects contributed to the regional development of the eight municipalities of the Chiapas Vertex, in return for hospitality received.

The other focus is relative self-sufficiency, for same 80 days a year, which should be achieved via cottage-industry activities for self consumption: horticulture, domestic fowl, bee-keeping, rabbit and pig breeding, fish ponds-all basically located on the family lots. Given the great economic and political limitations of land in Chiapas, the lots on the new settlements offered the only possibility of self-cultivation. In this respect, it is worth mentioning that the Guatemalan peasants are excellent horticulturists. However, above all, there desire a safe settlement from which nobody will expel them.

Within the framework of the International Conference on Central American Refugees, it was announced that, in order to bring Mexican legislation up to date with new international migratory procedures, the Government would send a initiative to Congress to add, to Article 42 of the General Population Law the migratory status of refugee, as a different legal entity than that of political –asylum recipient. The reform took effect oh the 18th of July 1992, and contemplates the incorporation of the international principle of Non-returnement and Voluntary Repatriation, not expressly included among our constitutional guarantees.

Meanwhile, COMAR, in conjunction with the Secretariat of the Interior, decided to grant all the Chiapas refuges the FM 3 non-immigrant permit, as in Chiapas and Quintana Roo, thus authorizing them to engage in paid labor, given that they had previously held the FM 8 permit issued to temporary visitors. This work incorporated more than 6 800 refugees who were scattered, without documents, among the 8 municipalities.

In Campeche and Quintana Roo, the refugees generated important surpluses of saleable agricultural products. In Quintana Roo, the refugees contributed to improving the state’s development, producing significant surpluses of fruit and other agricultural products (corn, beans, bananas, pineapple and vegetables) to the benefits of the hotel industry in Cancun.

In the field of education, primary education studies were certified, formally incorporating them into the National Educational System. Free text books were distributed, to make valid the International criterion that refugee children should have the same educational opportunities as the children of citizens.

In the Xth Meeting of CEAR (the Special Commission for Attention to Returnees, Refugees and Displaced) and COMAR, in which the UNCHR also took part, held in Guatemala in march 1990 to evaluate repatriations, the Government of that country announced that it “recognizes the land-holding rights of the Guatemalan refugees who were grantees of the agrarian transformation.

With the passage of time, the moment has come to bring up the matter of the refugees’ integration into Mexico or their return to their country. Their incorporation into the Mexican nation evidently calls for a process of raising the living standards of the refugee population, until they have, at least, reached the average level of the Mexican communities in the region.

Guadalajara, Jalisco, February of 1999


Esteban Garaiz. COMAR Associate Coordinator General, 1989-1991.

Presently Representative of the Jalisco Federal Electoral Commission.

jueves, 19 de octubre de 2006

viernes, 18 de agosto de 2006

Mariano Otero

Julio de 1986


Sorprende en verdad que en 1842 un joven abogado jalisciense de veinticinco años, con limitado y tardío acceso a las obras del pensamiento político y económico universal, y específicamente europeo, haya insistido en que “la organización de la propiedad es el principio generador de los fenómenos sociales”, que esta organización se refleja en la relación de las clases sociales, que “el cambio general debe comenzar por las relaciones materiales de la sociedad” y que “la propiedad mal repartida produce la más funestas consecuencias”.

Más sorprendente resulta si caemos en la cuenta que esto ocurre tres años antes de la publicación de La Sagrada Familia y seis años antes del Manifiesto Comunista, que podrían considerarse como el nacimiento formal del materialismo histórico y del socialismo científico; y veinticinco años antes de la publicación del primer tomo de El Capital.

Abogado a los dieciocho años, Mariano Otero, que había nacido en Guadalajara el 4 de febrero de 1817, conocía sin duda a Benjamín Constant, Madame de Stael, Alexis de Tocqueville, y a Edmund Burke.

El Ensayo sobre el verdadero estado de la cuestión social y política que se agita en la República Mexicana supera de inmediato las ataduras circunstanciales que tiene con la defensa del Plan de Jalisco lanzado por Mariano Paredes Arrillaga y, dejándolas atrás, se adentra en un profundo y perspicaz análisis sobre las clases sociales en México, inimaginable en tan corta perspectiva.

Al leer este Ensayo y reflexionar en figuras como Mariano Otero, Francisco García Salinas, Prisciliano Sánchez o Ponciano Arriaga, se alcanza a percibir cuán equivocados están quienes piensan simplemente que el liberalismo mexicano se dejó llevar de manera mecánica por el librecambismo predominante sin hacer reflexiones propias sobre la realidad nacional.

En 1842 es electo diputado al Congreso Constituyente, después fallido. En él se empeña Otero en hacer planteamientos jurídicos para “proteger al ciudadano de los abusos del poder”.

Cinco años después redacta, junto con Manuel Crescencio Rejón, en el artículo 25 del Acta de Reformas a la Constitución de 1824, la primera versión federal del juicio de amparo, fórmula que después pasó en lo sustantivo a las constituciones de 1857 y de 1917.

En 1848 Otero es designado Secretario de Relaciones Exteriores por el presidente José Joaquín Herrera.

Articulista asiduo de El Siglo XIX, muere el 31 de mayo de 1850, abatido por el cólera. Tenía treinta y tres años.

Dos grandes e ilustres mexicanos han estudiado con profundidad y admiración la vida y el pensamiento de Mariano Otero. Los dos de nombre de Jesús: Silva Herzog y Reyes Heroles.

El primero observó desde 1947 en su obra El Pensamiento Económico en México, publicada por el Fondo de la Cultura Económica, la perspicacia del análisis político con contenido económico hecho por Mariano Otero.

El segundo no sólo le dedicó páginas amplias sobre el método de análisis de la realidad social en su obra monumental sobre El Liberalismo Mexicano, sino que hizo en 1967 una edición en dos tomos de las obras de Otero, con un completísimo estudio preliminar.

Dice Reyes Heroles que Otero fue tan gran jurista que poco se ha reparado en su carácter de sociólogo y economista.

Se incluyen en esta edición textos preliminares de ambos autores. El primero, muy breve, citado de La economía política en México 1810-1974, publicado por Don Jesús Silva Herzog en Cuadernos Americanos en 1975.

El segundo está tomado de la excelente selección de textos realizada por Adolfo Castañón y Otto Granados de la obra monumental de Reyes Heroles, y publicada con título El liberalismo mexicano en pocas páginas, en el número 100 de Lecturas Mexicanas FCE-SEP, 1985.

Ha habido, a nuestro entender, cuatro ediciones del Ensayo de Otero:

1) la edición original de la Imprenta de Ignacio Cumplido en 1842;

2) el primer volumen de la serie Biblioteca Jalisciense, publicada en 1952 - luego de la llamada de atención de Jesús Silva Herzog - por el Instituto Tecnológico de la Universidad de Guadalajara, con un mediano prólogo de Arnulfo Villaseñor Saavedra y la reproducción de los Datos Biográficos escritos por Marcos Arróniz en 1857;

3) el texto completo incluído en el libro Mariano Otero. Obras, con la recopilación, selección, comentarios y estudio preliminar de Jesús Reyes Heroles. México, Biblioteca Porrúa. 1967, 2 tomos: y

4) el número 15 de los Cuadernos de Causa, publicados por el Centro de Documentación Política A. C. en México, D.F., 1979, con una muy buena introducción de Lorenzo Rafael Avila.

Ahora la Comisión lanza esta nueva edición del Ensayo de Otero con el deseo de atender al permanente interés que despierta, hoy más que nunca, esta obra precursora.

Esteban Garaiz

miércoles, 16 de agosto de 2006

Aportaciones de las culturas prehispánicas de México

San José de Costa Rica, 27 de febrero de 1971
Antes de entrar propiamente en materia, conviene precisar que el título de la conferencia resulta un poco impropio porque México, como tal, no existía en la época prehispánica, sino que comienza a gestionarse como lo que hoy es, un pueblo y una cultura mestizos, precisamente a raíz de la Conquista. Por otro lado, las grandes culturas mesoamericanas no sólo se desarrollaron en lo que hoy es territorio mexicano, sino también de las repúblicas centroamericanas, incluida parte de Costa Rica. Además las grandes aportaciones de la América indígena a la cultura occidental, no sólo fueron procedentes de Mesoamérica, sino también de las culturas andinas: bastaría citar, por ejemplo, la papa, la quinua, la coca, o el sistema científico de fertilizantes de la tierra.

Cuando hablamos o reflexionamos sobre todo aquello que nos es hoy familiar y propio de nuestra cultura, que llamamos “occidental” –aunque a nuestra tierra llegó por Oriente-- pocas veces caemos en la cuenta de que muchos de los “ingredientes” que la componen no son de origen europeo, como suponemos, sino originarios de nuestra propia tierra, que han llegado a todas partes del mundo como la contribución de la América indígena a la cultura universal.

Sería interesante por ejemplo, preguntar a un joven norteamericano que se encuentre comiendo un norteamericano hot dog, si se da cuenta que le puede poner el más norteamericanísimo catsup gracias a que los mesoamericanos cultivaron el tomate hace tres mil años, o cuando masca chewing gum, si reflexiona que no es más que el tzictli, que el general Santa Anna y su secretario Thomas Adams introdujeron en Estados Unidos hace apenas cien años. Podríamos preguntarle también sobre el pavo que come para celebrar el Thanksgiving Day, si sabe que el avocado, tan gustado en California deriva de la palabra ahuacatl, que en lengua nahuatl quiere decir testículo; si recuerda que el chocolate es xocolátl, es decir bebida sagrada.

Creo que podríamos desconcertar también a más de una dama si le dijéramos que las mundialmente famosas pills se obtienen de una raíz silvestre del sureste mexicano, llamada barbasco, que ya era utilizada antes de la llegada de los españoles con propósitos semejantes. Y podríamos hablar de los frijoles –cuyo nombre en francés haricots, deriva del nahuatl ayocotl-- del henequén, del ixtle o pita, del chile, del achiote, del ayote, del cacahuate, y de otras muchas palabras terminadas en ote o ate, lo que denota su origen nahuatl.

Puede llamar la atención que lo que consideramos como aportaciones mesoamericanas a la cultura occidental esté constituido principalmente por plantas, y drogas, o alimentos derivados de ellas. Y es que en el choque cultural de la Conquista la cultura indígena llevó la peor parte: no fue una simple interpenetración de dos culturas; fue una imposición de una cultura sobre la otra.

La sociedad prehispánica fue decapitada; la minoría dirigente fue suprimida y desapareció como tal –aunque algunos de sus miembros quedaron asimilados y hasta recibieron escudo de armas de Carlos V-- y por ello las manifestaciones más elevadas de la cultura indígena; arte, filosofía, religión, literatura, etc., desaparecieron prácticamente y en su lugar se estableció la cultura hispánica. Pero quedó el pueblo con su raigambre a la tierra, con su vieja sabiduría y con sus útiles recursos de tipo práctico. Fue de eso, de lo que se pudo salvar, de donde la cultura occidental recibió su influencia.

Un indio Xochimilca, Martín de la Cruz, escribió en lengua nahuatl pero con alfabeto occidental, un tratado recopilando sus conocimientos sobre plantas medicinales, a instancias de los frailes franciscanos del Colegio Imperial de Santa Cruz de Tlatelolco. En 1552 otro indígena del mismo colegio, Juan Badiano, lo tradujo al latín. El manuscrito fue a parar al Vaticano y allí permaneció arrumbado hasta que llamó la atención de un investigador norteamericano, Charles U. Clark, en 1931. Poco después, en 1940, la Universidad de John Hopkins tiró una edición facsimilar del Códice Badiano y por fin en 1952 fue traducido al español, y publicado por la Universidad Nacional Autónoma de México. A partir de entonces, muchas drogas y hormonas como la cortisona, la progesterona y estrona, etc han comenzado a utilizarse en forma científica por el mundo occidental.

Divertida resulta la forma como fue generalizado el uso del chicle en los Estados Unidos. El jugo del zapote blanco era masticado por los indígenas mesoamericanos; por cierto que Fray Bernardino de Sahagún constata que sólo las mujeres de vida disoluta se atrevían a hacerlo en público. La costumbre continuó bajo la Colonia y lo mismo al lograr el país la independencia.

El general Antonio López de Santa Anna, en uno de tantos destierros para volver a tomar el poder, tenía su residencia en Staten Island, Nueva York; su secretario, de nombre Thomas Adams, observó con curiosidad cómo el general de vez en cuando tomaba un pellizco de una sustancia blanda, que él llamaba chicle. Un día, después de haber dejado el servicio del general en 1869, observó que una niña pedía en la farmacia goma de parafina para mascar. Adams importó de México 2,300 kilos de chicle y lo convirtió en bolitas de “goma Adams para masticar”. Más tarde William Wrigle, en 1892, comenzó a vender las bolitas de chicle con sabores y a darle tan intensa propaganda que desde entonces se ha generalizado en todo el mundo.

El ulli o hule es originario de Tabasco, tierra de los olmecas o ulmecas, es decir los habitantes de la región del hule. Aunque la planta de la que se obtiene se extiende por gran parte de América, sobre todo en la región amazónica, ellos fueron hace tres mil años los descubridores y primeros industrializadores del hule; con él hacían sandalias, vasijas, muñecas y pelotas para el juego ritual mesoamericano. Hoy, a raíz del descubrimiento de la vulcanización por Charles Goodyear en 1840, su uso se ha generalizado por todo el universo; pero pocos conocen que es una importante contribución del mundo indígena americano a nuestra cultura actual.

Fueron también los olmecas los primeros cultivadores del cacao, que consumían mezclando con miel y vainilla. Hoy la palabra azteca para la bebida sagrada, xocolatl, ligeramente modificada existe en todos los idiomas del mundo.
Esteban Garaiz.

La C. N. O. P.

Pronunciado el 08 de Enero de 1976
En los 30 años en que el Partido de la Revolución ha conservado básicamente la misma estructura, ha sido el Sector Popular el que más importantes cambios cuantitativos y cualitativos ha tenido. El gran proceso de transformación experimentado en el seno de la sociedad mexicana, como consecuencia de la Revolución de 1910, ha sido precisamente el de los sectores medios.

La cambiante composición de estos grupos, así como su posición relativa frente a obreros y campesinos dentro de la dinámica sociedad mexicana, es de una gran complejidad y viveza.

La C.N.O.P. es hoy un verdadero muestreo nacional: habitantes del campo y de la ciudad; trabajadores manuales e intelectuales: empleados al servicio del Estado y de las empresas privadas; pequeños empresarios, comerciantes, industriales, o transportistas; auto empleados y cooperativistas: profesionistas de alto sueldo y modestos trabajadores no asalariados; campesinos propietarios de fundos en muchos casos inferiores a la unidad de dotación ejidal; colonos urbanos. Tan heterogénea como es la sociedad mexicana es la composición de la C.N.O.P. Somos el pueblo de México.

Hemos dicho otras veces que nuestra Central tiene en sus siglas una problemática O; las otras centrales son confederaciones de obreros o campesinos, simplemente; nosotros somos una Confederación de organizaciones. Fuerzas centrífugas externas, a veces intencionales, alientan pequeños feudalismos políticos internos, tratando de desintegrar nuestra Confederación, que lucha tenazmente por consolidar esta gran alianza popular.

Pero no estriba ahí nuestra mayor dificultad. El punto delicado es la desvinculación seria entre las bases populares, que son en su gran mayoría priístas de corazón, y los cuadros medios y superiores del Partido y del Sector, sean éstos locales o nacionales.

No es sólo cuestión, como muchas veces se ha planteado, de métodos más directos para la selección de los candidatos: este enfoque sigue adoleciendo de la misma visión superficial y electorera. Se trata fundamentalmente de un auténtico y continuo encuadramiento de todos los grupos populares, de un esfuerzo constante y permanente de politización de las masas, de encauzamiento de sus inquietudes, a través de los canales que la sabia experiencia acumulada en muchos años nos indica; pero también a través de mecanismos nuevos que nos sugieran las actuales circunstancias.

Es una tarea que debe realizarse sin ninguna interrupción. Durante los tres años posteriores a la febril actividad electoral, el Partido y el Sector entran en un pesado letargo político; y sus mejores hombres dedican lo principal de su esfuerzo a las tareas de gobierno. Si el grupo político que constituye el Partido en el poder, se despreocupa casi totalmente de las tareas políticas durante esos años de eficaz labor de gobierno, conviene apuntar y subrayar que amenaza cada día más seriamente su propia supervivencia.

Toda tarea de gobierno es también –y yo diría que primordialmente—una tarea política: esto es lo que no entienden los tecnócratas (en realidad este error es, por definición, la esencia de la tecnocracia). Gobernar supone y necesita un continuo referéndum, donde los distintos sectores populares aprueban una a una las decisiones del grupo gobernante. En ocasiones dan a entender su desaprobación: y es ahí donde la sensibilidad política de un buen gobernante puede y debe de inmediato rectificar el rumbo.

Pero esto supone un esfuerzo político permanente que ejecutarán hombres del grupo sustraídos, sin escatimar, a las tareas de gobierno, para dedicarse de lleno a las funciones de politización y encuadramiento de las masas populares.

La tarea de politización y la de gobierno deben avanzar paralela y armónicamente, de la misma manera que el desarrollo sano exige inversión productiva e inversión social: el rezago en una de ellas afecta pronto el avance de la otra; por eso deben responder siempre a un programa integral.

La C.N.O.P. encuadra fundamentalmente a las clases medias rurales y urbanas. De entre ellas, merecen especial atención, por su rápida evolución cuantitativa y cualitativa, las de los grandes centros de población y específicamente las de la capital.

Son precisamente los sectores medios urbanos los que cuestionan los procedimientos del Gobierno y del Partido. Las clases medias urbanas aceptan en su mayoría de muy buen grado los principios doctrinarios de nuestro Partido: pero repudian de manera vehemente muchos de los métodos tradicionalmente utilizados. Negarlo o pasarlo por alto sería proceder con una suicida actitud de avestruz. Basta acudir a una reunión de jóvenes, a los corredores universitarios o al teatro frívolo y oír los chistes callejeros, para ver cuánta frustración y cuánto repudio encierran.

Para algunos compañeros nuestros, hablar de esto significa deslealtad al Partido. Para nosotros no mencionarlo representaría una traición al pueblo de México, a nuestro Sector, al Partido en el que militamos apasionadamente, y a nuestra propia conciencia.

Acaba de transcurrir el Año Internacional de la Mujer. En la C.N.O.P. nos esforzamos por lograr la integración de las mujeres a la tarea política. No queremos compartimientos estancos para nuestras mujeres. No queremos ghettos de Acción Femenil. Las queremos codo con codo, compañeras en la labor. Estamos convencidos de que la incorporación plena de las mujeres a la vida pública del país significa duplicar nuestro potencial de desarrollo, nuestro ímpetu revolucionario y nuestra capacidad de transformación.

Hay todavía una larga y ardua tarea por realizar. La labor política no puede limitarse a las tareas preelectorales; requiere continuidad en la acción. La democracia del voto, exclusivamente, es como la caridad de la limosna: mocha y superficial. La verdadera democracia requiere una continua participación política, es decir la capacidad de que el pueblo organizado influya en las decisiones políticas que lo afectan.

Es verdaderamente paradójico que sea precisamente el Distrito Federal, donde mayor toma de conciencia han logrado los ciudadanos, la entidad en la que se presente el más alto abstencionismo. El capitalino siente que su voto, por sí solo, no tiene casi ninguna influencia en las decisiones políticas que afectan su vida.

Debemos recobrar y consolidar la confianza del pueblo de México, hacerla vívida, hacerla dinámica. El pueblo mexicano cree en su Partido, cree en sus grandes decisiones. Debemos encontrar nuevos mecanismos de participación, para que el Partido y el Sector sean el motor popular del avance nacional.
Esteban Garaiz.
Secretario de estudios sociales.

lunes, 14 de agosto de 2006

México no exporta Revoluciones

Artículo escrito el 08 de Junio de 1988
Señoras y señores:

Es verdaderamente estimulante comparecer ante distinguidos dirigentes de este industrioso y alegre pueblo de León.

Si algo distingue a nuestra revolución, es el haber extraído su base ideológica de la propia experiencia nacional, de la propia experiencia dolorosa y heroica de la nación mexicana.

México, amigos de León, no exporta revoluciones, no nutre su pensamiento de corrientes pretendidamente universales y eternas de derecha y de izquierda; nuestro programa se nutre de nuestra propia experiencia nacional.

Si tuviéramos que resumir la ideología de nuestro partido en una sola palabra, yo escogería la siguiente: desconquista; y digo desconquista porque es una palabra eminentemente de alusión histórica; no podemos entender la lucha de la revolución, si no entendemos que este país, que esta nación, después de 300 años de dominación colonial de 1521 a 1821, quedó estructurada de modo tal a través de un orden agrario totalmente arcaico, injusto, totalmente desigual, que ya era arcaico en Europa cuando los españoles llegaron aquí y que siguió siendo la razón y el motivo y la raíz de todo nuestro rezago histórico.

Los españoles, después de 800 años de reconquista de la ocupación musulmana, se habían quedado totalmente rezagados en la historia. Ese rezago vinieron a implantarlo en México; pero lo que es peor, al cabo de tres siglos de dominación colonial, no se acabó con la independencia aquella estructura colonial.

El nacionalismo revolucionario de los insurgentes quedó traicionado por la transa política de Agustín de Iturbide en el plan de las tres garantías; el nacionalismo trigarante nos dio cien años más de los mismo.

Durante todo el siglo 19 este país, que se decía república, tenía un 80 por ciento de su población como virtuales siervos de la gleba. Se decía este país república en el momento mismo en que pomposamente se estaba festejando el centenario de la independencia y la nación rugía hasta reventar, ya convencida de su propio proyecto, que tenía que romper el espinazo de aquel viejo orden colonial para sacar adelante la nación, para construir el proyecto nacional.

Esa es la revolución, el proceso de desconquista de México; ahí nace la nación mexicana, ahí está el sustento de nuestra ideología, ahí está el sustento del pensamiento político de nuestra revolución.

En esa tarea de desconquista es en la que tenemos que estar continuamente trabajando. En 1917 amigos de León, había en León, Guanajuato 90 mil habitantes; cundían la viruela y el tifo; México tenía entonces 15 millones de habitantes; de esos, sólo 3 millones usaban zapatos; los otros 12 millones eran siervos peones de las grandes haciendas, amarrados por la deuda transmitida de padres a hijos, sumidos en el analfabetismo, la desnutrición, la ignorancia, la insalubridad, la marginación social y política.

Teóricamente eran ciudadanos de una supuesta república. En la práctica no podían decidir de su propia vida; no usaban el dinero; sólo el 20 por ciento de este país, el 20 por ciento que vivía en las cabeceras municipales, usaba dinero; por supuesto no podían comprar zapatos; se les pagaba en cuartillos de maíz, de fríjol, no en dinero, eran el 80 por ciento de la nación, era la nación mexicana, pero no usaban zapatos…

Hoy México tiene 85 millones; de esos, más de 80 millones tienen y usan zapatos. León tiene hoy millón y cuarto de habitantes; casi la mitad viven directamente de la producción y distribución del calzado, sin considerar lo que los economistas llaman el efecto multiplicador…Se producen en León (decía mi abuela que no hay que enseñarle el catecismo al padre Ripalda, así que les ruego que me disculpen). Se producen en León más de 200 mil pares de zapatos diarios, ustedes lo saben mejor que yo…Hoy León tiene 14 veces los habitantes de 1917, el país tiene una demanda de calzado 27 veces mayor…

Cuando México, ya entrado a este siglo veinte, estaba sumido en el atraso, producto de la terrible desigualdad y de la falta de mercado, había en el mundo más de 20 países con una floreciente industria del calzado. No era el caso de México; León tenía habilidad zapatera, tenía tradición zapatera, artesanía zapatera, talleres zapateros, pero no tenía industria zapatera. Para que haya industria se necesita demanda, se necesita, mercado. León, amigos leoneses, es producto de la revolución mexicana, es producto del esfuerzo tesonero de este pueblo industrioso, del talento la iniciativa y la capacidad de organización de hombres emprendedores como ustedes.

En la rectoría económica del Estado, según el proyecto marcado en 1917, cuando la nación decidió desarrollarse y ser libre, no puede haber modernidad si no hay sociedad igualitaria, si no hay democratización del ingreso, democratización de la instrucción, de la salud, de la nutrición, de la vivienda, de la decisión política. No podemos reducir la democracia a esa visión mocha y superficial del mero contar votos; nuestra idea de democracia tiene que ser integral, sin excluir naturalmente la política, es decir el respeto al sufragio popular.

En 1938, el presidente Lázaro Cárdenas acudió a los directivos de la Universidad Nacional Autónoma de México, para proponerles la creación de carreras técnicas, más acordes con las necesidades de desarrollo industrial del país.

Comedida, pero enérgicamente le hicieron saber, que aquella era una institución autónoma; jurídicamente tenían razón. Cárdenas asimiló el golpe y al año siguiente fundó el Instituto Politécnico Nacional.

Ustedes saben amigos de León, la gran trascendencia que ha tenido el Instituto Politécnico Nacional en la transformación económica, política, técnica de este país, cómo podemos tener doctores en ingeniería química, en petroquímica, en física nuclear, hijos de obreros y de campesinos que hoy son verdaderamente el orgullo de México.

Al año siguiente también en 1939 aquellos altos dirigentes universitarios y otros distinguidos de clase media acomodada fundaron Acción Nacional, espantados por las profundas transformaciones sociales del régimen de Cárdenas, las transformaciones que iban sentando las bases de la verdadera democracia, que hacía participar a los desheredados de la historia, a los que no sabían votar, porque no sabían leer ni escribir.

Esteban Garaiz.

sábado, 12 de agosto de 2006

Informe sobre el proceso electoral del año 2000 en el Estado de Chiapas

En el mes de octubre del año 1999 el Consejo General del IFE tuvo a bien designarme como Vocal Ejecutivo de la Junta Local del IFE en el estado de Chiapas para el Proceso Electoral Federal del año 2000. Es de suponerse que en el ánimo de los integrantes del Consejo General se ponderó el hecho de haber sido el suscrito el único miembro del Servicio Profesional Electoral designado para integrar en agosto de 1994 la Oficina Municipal de Guadalupe Tepeyac como Coordinador Secretario a las órdenes de la Ejecutiva Ofelia Medina. En aquella ocasión, por acuerdo del Gobierno de la República con el mando del Ejército Zapatista de Liberación Nacional, se estableció dicha Oficina Municipal para organizar las elecciones en la zona de las Cañadas, con 65 casillas. La elección en ése año 1994 se realizó sin contratiempos y a satisfacción de ambas partes en conflicto. De hecho podemos decir que ha sido el único acuerdo eficaz entre el gobierno y el EZLN.

A su vez, mi designación en 1994 se había basado en la circunstancia de haber sido el que suscribe Coordinador de la Comisión de Ayuda a Refugiados en la zona de la frontera sur de nuestro país, durante los años de 1989 a 1991 inclusive; ocasión en la cual se estableció una cordial y eficaz relación con la Diócesis de San Cristóbal de las Casas, que atendía a los refugiados guatemaltecos que habían huido de las atrocidades del ejército de su país.

En la elección federal de 1997, sin embargo, se había ocasionado en Chiapas algunos incidentes serios durante el desarrollo de la jornada electoral, entre otros quema de casillas e incluso muertos (en esa ocasión era yo Vocal Ejecutivo de Jalisco).

Para octubre del 1999 fue necesario proceder de inmediato a recorrer las 12 juntas distritales del estado al mismo tiempo que se desarrollaban las primeras actividades del Consejo Local, que por ley principiaban.

Para ello es de reconocer que se contó con una excelente disposición y colaboración de los ciudadanos integrantes de dicho Consejo Local, que demostraron un gran sentido social y un fuerte compromiso democrático.

Por supuesto que de inmediato entramos en contacto con los dirigentes de las organizaciones cívicas que tenían contacto y presencia con las bases de apoyo del EZLN, y que incluso habían colaborado con Ofelia Medina en 1994, para hacerles saber que ahora teníamos la responsabilidad de todo el Estado.

Muchos de ellos acudieron a la convocatoria abierta establecida por el IFE para integrar los cuadros de capacitadotes - asistentes electorales. Varios de ellos fueron también designados por el Consejo Local para integrar los Consejos Distritales.

Por lo que se refiere a la llamada zona de conflicto, que para efectos nuestros siempre designamos como zona de las Cañadas, se hizo una cuidadosa tarea de concertación y de anuencia con las comunidades, al igual que en las demás regiones del estado. Sin embargo, a 20 días de la jornada electoral, durante la presencia del candidato Cuauhtémoc Cárdenas Solórzano en Ocosingo y en pleno acto de campaña, los dirigentes campesinos más contestatarios de la zona, jefaturados por Porfirio Encinos (quién falleció hace dos años en un accidente aéreo siendo titular de la Secretaría de Desarrollo Indígena del Gobierno Estatal), manifestaron a los medios de comunicación que las autoridades del IFE habían decidido establecer las casillas en comunidades preferentemente priístas con ánimo sesgado.

De inmediato me trasladé a Ocosingo, a 5 horas de Tuxtla Gutiérrez, pidiendo mientras tanto al Vocal Ejecutivo y Consejero Presidente de este distrito que convocara a los dirigentes campesinos de las Cañadas a dialogar con los integrantes del Consejo Distrital. No obstante de ser esto 20 días antes de la jornada electoral, y ya hecha la primera publicación de ley sobre la ubicación e integración de las casillas, prevista en el artículo 195 del COFIPE, nos reunimos con ellos para escuchar sus propuestas. Se les aclaró que, según las normas, se había solicitado la anuencia en la comunidad más importante de cada sección (generalmente base del EZLN) y se les mostró los documentos de no aceptación. Sobre la marcha nos hicieron saber que sí, pero que “habían cambiado las circunstancias”.

De las 14 propuestas de modificación que presentaron Porfirio y sus compañeros, los Consejeros Distritales estuvieron dispuestos a aceptar 12, razonando por qué no consideraban procedente aceptar las otras dos. Después de un intercambio de impresiones entre ellos en su propio idioma, manifestaron su anuencia; y ahí mismo se acordó que se convocaba para el día siguiente a una reunión extraordinaria del Consejo Distrital para formalizar los cambios acordados. La minuta de dicha reunión, con la firma de los dirigentes, debe obrar en el archivo de la Junta Distrital de Ocosingo. La segunda publicación se hizo entonces “con los ajustes correspondientes”, como reza el artículo 195.

La jornada electoral federal del año 2000 transcurrió sin contratiempos de consideración y desde luego sin sangre ni fuego, al igual en las Cañadas que en el resto del Estado.

Junio 30, 2004

Esteban Garaiz

Armas y Letras ( Parte VIII).

LAS INSTITUCIONES POLITICAS
VASCAS EN LA EDAD MEDIA

VI.- LA CESION DE LA AUTORIDAD JUDICIAL Y EJECUTIVA AL SEÑOR.


El Señor es también una institución vascongada y que aparentemente no compagina muy bien con el espíritu democrático ya expuesto. Existe una explicación histórica: aunque el lento sistema democrático era justo y eficaz en tiempo de paz, en tiempo de guerra se imponía ceder el mando a un hombre que unificara las fuerzas y los condujera a la victoria. Con el tiempo, lo que había empezado siendo una institución semejante a la de dictador en la República Romana, se convirtió en permanente y después en hereditaria, como ya se ha mencionado. Es posible que haya influído en esto el medio ambiente feudal, como influyeron los pueblos vecinos en el israelita hasta hacerle pedir un rey. El Señor tenía evidentemente poder ejecutivo, pues decretaba “pragmáticas”, pero estos decretos debían siempre ser aprobados por las Juntas antes de ser aplicados, y éstas siempre se reservaron el poder de “obedecer y no cumplir” los que consideraban inconvenientes.

El príncipe pasaba a ser Señor por medio de un pacto, que, si se quiere ver como pacto feudal, es un pacto feudal sui géneris; pues ¿quién es el señor y quién es el vasallo en él?. En realidad hay un mutuo juramento de fidelidad: del Señor a la soberanía legislativa de las Juntas, y de éstas, en nombre de todos los ciudadanos a la autoridad del Señor. El Señorío cede su autoridad, no su potestad, es decir: aun en esto se reserva su soberanía. “E como los vizcaínos –dice el cronista castellano Mosén Diego de Valera—tengan antiguas leyes e costumbres, que puedan desnaturarse del rey si atentare quebrantarlas…”83. Si el Señor es desleal a su pueblo, el pacto se considera roto y se revoca. Ya se ha citado el hecho histórico, único, de la deposición de Enrique IV por el soberano pueblo vizcaíno.

La palabra señor necesita también una aclaración. Es muy probable que en la misma mentalidad de los vascos haya cambiado semánticamente con el transcurso del tiempo, debido a la ambigüedad castellana. Pero señor es en un principio simplemente la directa traducción de Jaun. Pero Jaun no tiene en manera alguna connotación de soberanía, aunque sí de autoridad. Jaun es todo padre de familia y nadie más. Aunque hoy Jaun se aplica a todo varón adulto (no clérigo) y se usa etxekojaun (señor de casa) para designar específicamente al padre de familia, estrictamente hablando Jaun es sólo el hombre que tiene autoridad real, no moral: el empleo de la palabra para los clérigos es un castellanismo que nunca ha cuajado. El jaun puede tener autoridad natural o ser mandatario: al recibir los Diputados el poder ejecutivo de las Juntas, eran saludados con este viejo himno:

“Agur jaunak,
Jaunak agur, agur, agur t’erdi.
Danak Jainkoak iñak gire,
Zuek eta bai gu ere
Agur jaunak, agur t’erdi; emen gire”.
(Os saludamos señores;
Señores os saludamos
Todos somos igualmente criaturas de Dios,
Vosotros y nosotros también.
Os saludamos señores; aquí nos tenéis) 84.

Y de este documento se colige también algo muy importante: dónde ve el vasco medieval el principio de la soberanía y por qué. A los mandatarios se les recuerda que son eso: simples mandatarios; que los representantes de los ciudadanos les están dando la autoridad, porque en su dignidad de personas estriba su soberanía; y esta dignidad humana procede del simple hecho de ser hijos de Dios.


83.- Mosén Diego de Valera. Memorial de Diversas Hazañas. Pp. 185-186
84.- Galíndez Op. Cit. p. 48


B I B L I O G R A F I A

1.- Altamira y Crevea, Rafael, Historia de España y de la Civilización Española. Barcelona, Sucesores de Juan Gili, 1928-29, 4 vols.
2.- Aralar (de), José. El Conde de Peñaflorida y los Caballeritos
de Azkoitia. Buenos Aires, Edit. Vasca Ekin, 1942, 190 pp.
3.- Aralar (de), José. La Victoria de Munguía y la Reconciliación de Oñazinos y Gamboínos. Buenos Aires, Edit. Vasca Ekin, 1949, 268 pp.
4.- Ariztimuño (de), José. La Democracia en Euzkadi. Buenos Aires, Edit. Vasca Ekin, 1942, 303 pp.
5.- Ballesteros y Beretta, Antonio. Historia de España y su Influencia en la Historia Universal. Barcelona, Salvat, 1918-1941, 10 vols.
6.- Beneyto Pérez, Juan. Textos Políticos Españoles en la Baja Edad Media. Madrid, Instituto de Estudios Políticos, 1944, 382 pp.
7.- Bosch-Gimpera, Pedro . El Poblamiento Antiguo y la Formación de los Pueblos de España. México, Imprenta Universitaria, 1944, 421 pp.
8.- Los Códigos Españoles-Concordados y Anotados, Madrid, Imprenta de La Publicidad, a cargo de M. Rivadeneyra, 1848, 12 tomos.
9.- Coker, Francis W. “Sovereignty”. Encyclopaedia of the Social Sciences. New York, The MacMillan Company, 1962, vol. XIV, pp. 265-268.
10.- Dembouski, Carlos. Dos años en España y Portugal. Madrid, Espasa-Calpe,1931.
11.- Diccionario Enciclopédico Abreviado. Madrid, España, Espasa-Calpe, 1957, 7 tomos.
12.- Fuero Juzgo en Latín y Castellano, Cotejado con los más Antiguos y Preciosos Códices. Madrid, Real Academia Española, Ibarra Impresor de Cámara de S. M., 1815.
13.- Fueros, Privilegios, Franquezas y Libertades del M. N. y M. L. Señorío de Vizcaya. Bilbao. Excma. Diputación Provincial, Imprenta Provincial a cargo de Juan Soler 1898
14.- Galíndez (de), Jesús. La Aportación Vasca al Derecho Internacional. Buenos Aires, Edit. Vasca Ekin, 1942, 191 pp.
15.- Gallop, Rodney A. Los Vascos, Madrid, Ediciones Castilla, 1948, 238 pp.
16.- Henningsen, C. F. Zumalacárregui-Campaña de Doce Meses por las Provincias Vascongadas y Navarra. Buenos Aires, Espasa-Calpe, 1947, 290 pp.
17.- Irujo (de), Manuel. Inglaterra y los Vascos. Buenos Aires, Edit. 1945, 444 pp.
18.- Irujo (de), Manuel. Instituciones Jurídicas Vascas. Buenos Aires, Edit. Vasca Ekin, 1945, 144 pp.
19.- Iturbide, Padre. “Le Biltzar d’Ustaritz au Pays de Labourd”. Revista Internacional de Estudios Vascos, tomo i, pp. 75-78, San Sebastián, 1907.
20.- Menéndez Pidal, Ramón. La Chanson de Roland y el Neotradicionalismo. Madrid, Espasa-Calpe, 1959, 496 pp.
21.- Menéndez Pidal, Ramón. La España del Cid. Buenos Aires, Espasa-Calpe Argentina, 1939, 506 pp.
22.- Ormond, P. J. The Basques and their Country. London, 1924.
23.- Otaegui, Tomás. Derecho Foral-Bizkaya. Buenos Aires, Establecimiento Gráfico “La Baskonia”, 1918, 128 pp.
24.- Rousseau, Juan Jacobo. Del Contrato Social. México, Secretaría de Educación Pública, 1945, 95 pp.
25.- Soraluze (de), A. Riqueza y Economía del País Vasco. Buenos Aires, Edit. Vasca Ekin, 1945.
26.- Valera (de), Mosén Diego. Memorial de Diversas Hazañas. Madrid, Espasa-Calpe, 1941.

Esteban M Garaiz I

De la Revista de la Universidad de Nuevo León
No. I Año 8 Marzo de 1965 Segunda Epoca

Entrevista sobre la política energética actual, en México.

Entrevista, que me hacen los periodistas Rubén Martín y Jesús Estrada, sobre la política energética en el actual gobierno.  https://mx.ivoox...