lunes, 19 de agosto de 2019

El fentanilo y la Guerra del Opio (1838-42)


Para Milenio
Esteban Garaiz
13 de agosto 2019



Perdido entre renglones, en páginas interiores en una nota del Finantial Times, publicada en Milenio por James Politi y Michael Hunter, aparece el anuncio.
Dice que: “La decisión de Trump de amenazar a Pekín con más aranceles se produjo después de que el presidente se decepcionó por el resultado de las conversaciones entre altos funcionarios estadounidenses y chinos”.
Signe la nota: “Entre sus quejas estaban la resistencia de China a comprar productos agrícolas de EU y su falta de acción para detener los flujos de fentanilo a su nación”.
Según los médicos del ramo, el fentanilo es un poderoso antidepresivo sintético de carácter opiáceo. Muy recurrido entre la población norteamericana.
Ahora que China ha pasado a ser, en términos reales, la economía nacional más fuerte del planeta, frente al notorio declive de la economía norteamericana con un severo y persistente déficit en su balanza de pagos y con una deuda pública impagable, al rubio del Norte le preocupa, según la nota, el consumo imparable del fentanilo chino por parte de la población de EU.
La situación que preocupa a Trump evoca de manera inevitable la Guerra del Opio, cuando “la pérfida Albión”, o sea: el Reino Unido de la Gran Bretaña e Irlanda del Norte, impuso por la violencia de los cañones al decadente y milenario Imperio Chino, por el Tratado de Nan King, 1842, la venta en su territorio del opio producido en las colonias del Imperio Británico. Lo cual contribuyó en gran manera a la completa decadencia china.
Hoy las cosas han cambiado drásticamente. Bajo la férrea rectoría económica del Partido Comunista Chino, han logrado utilizar, y poner a su servicio, la economía de mercado, incluso con fuertes inversiones extranjeras.
Tal parece que inspiraron la frase de Rafael Correa, el que levantó a Ecuador: “el mercado es un excelente servidor; pero un pésimo jefe”.
Además de la incorporación de tecnología y creciente investigación propia, más el desarrollo de las destrezas laborales en todos los órdenes.
Causa risa oir a Trump reclamando propiedad intelectual, y reprochando robo de tecnología, cuando los chinos ya llegaron al otro lado de la luna, mientras aquí no tienen otra que festejar con bombo y platillos su cincuentenario.
Quiere Trump poner trabas a Huawei, cuando la empresa que más vende, tiene fríamente planeada la producción de los chips de su cadena industrial.
Después de decenios de crecer, con su rectoría pública meticulosamente diseñada a mediano y largo plazo, a un ritmo irrepetible de 10, y hasta 11 por ciento anual persistente; y de tener en sus reservas públicas millones de dólares del Tesoro de los Estados Unidos, aun así, no hacen gala de su superioridad frente a la arrogancia del Rubio.
Sin embargo, la conciencia de su actual poderío (Chung- Kuo significa literalmente: Imperio Central) no los ha separado de su gran inclinación al libre comercio internacional.
Aun cuando la geopolítica los empuja a su natural complementariedad con su vecina Federación de Rusia, con la mayor superficie territorial del globo y pletórica de recursos naturales.

Entrevista sobre la política energética actual, en México.

Entrevista, que me hacen los periodistas Rubén Martín y Jesús Estrada, sobre la política energética en el actual gobierno.  https://mx.ivoox...