domingo, 6 de abril de 2008

LAS MISMAS MENTIRAS QUE EN BRASIL 97
18-03-08
Han transcurrido 70 años, que se cumplen el día de hoy. Pero la misma arrogancia e insumisión a las leyes propias de cada país soberano siguen siendo el modo de proceder regular de las empresas petroleras extranjeras dondequiera que se les ha dado entrada.

Ante el reclamo laboral del Sindicato de Trabajadores Petroleros de la República Mexicana, en 1937, las empresas establecidas en México procedieron a lanzar una campaña de prensa contra la “aristocracia petrolera” (ya desde entonces). Previsto en la ley, se presentó el “conflicto de orden económico”, ante la negativa empresarial que argumentaba no estar “en situación económica de satisfacer las demandas de los trabajadores”.

Los peritos de la Junta de Conciliación y Arbitraje, entre ellos el maestro Jesús Silva Herzog (el bueno), rindieron su informe: “las principales empresas petroleras que operan en México forman parte de grandes unidades económicas (trusts) norteamericanas e inglesas; nunca han estado vinculadas al país y sus intereses han sido siempre ajenos y en ocasiones hasta opuestos al interés nacional; la mayoría de ellas recuperaron el capital invertido hace más de un decenio; han influido en más de una ocasión en acontecimientos políticos, tanto nacionales como internacionales; los salarios reales de la inmensa mayoría de los trabajadores petroleros son en la actualidad inferiores a los que ganaban en 1934; las empresas petroleras demandadas han obtenido en los últimos tres años utilidades muy considerables; su situación financiera debe calificarse de extraordinariamente bonancible y, en consecuencia, puede asegurarse que, sin perjuicio alguno para su situación presente ni futura, por lo menos durante los próximos años, están perfectamente capacitadas para acceder a las demandas del Sindicato”

El 11 de diciembre de 1937 las empresas publicaron una declaración que decía textualmente: “Nos rehusamos a aceptar la decisión de los Tribunales de Trabajo”. Y todavía más adelante reiteraron que: “Las compañías que suscriben hacen constar que no pueden aceptar responsabilidad alguna por las consecuencias que de la actual situación sobrevengan, y se verán obligadas a tomar todas las medidas que sean necesarias para la salvaguarda de sus derechos”.

Siguieron los intentos, incluida una reunión del presidente de la república con sus representantes. Estaba todavía muy fresca en la memoria la intervención de los rangers en las minas de Cananea, Sonora treinta año9s antes. “Tomar todas las medidas que sean necesarias” era una clara amenaza a la ley del país. El 18 de marzo de 1938 en la tarde, en mensaje radiado a la Nación, el presidente leyó el decreto de expropiación. Como ya es sabido, el pueblo pobre y patriota se lanzó a cooperar en el financiamiento con sus más elementales pertenencias desde pollos hasta anillos de matrimonio. Hoy PEMEX es tan de todos los mexicanos que el cuarenta por ciento del presupuesto federal, con el que se cubren educación, salud, seguridad social, nutrición, carreteras y escuelas, sale de nuestro patrimonio energético.

En estos días acaba de publicarse una trascendental entrevista, concedida por el ingeniero Fernando Siquiera, director de la Asociación de Ingenieros de PETROBRAS y uno de los hombres que más conocen la historia petrolera de Brasil y del mundo en los últimos 20 años. En ella recuerda cómo en Brasil en 1997, al haber tomado el gobierno la decisión de privatizar PETROBRAS, “la campaña en los medios de comunicación hacía llegar a los brasileños el mensaje, insistente, de que, si no había apertura al capital privado, no llegarían al país recursos externos necesarios para explotar el petróleo y entonces, se decía desde el gobierno, se tendrían que desviar recursos de los ramos de la salud, educación y seguridad. Se nos insistía en que no teníamos recursos ni experiencia por lo que necesitábamos ayuda de las compañías y que no permitir esa ayuda sería ruin para el país”.

No se si a alguien le resulte parecido con lo que nos han venido diciendo por aquí Juan Camilo Mouriño y Felipe Calderón; y los spots de televisión. Dice el ingeniero Siquiera que “todos los anuncios se sustentaban en mentiras; que la empresa Shell invirtió 100 millones de dólares para que especialistas y profesores escribieran artículos convincentes de las maravillas de la privatización”. Ahí está la historia repetida.
Esteban Garaiz

Entrevista sobre la política energética actual, en México.

Entrevista, que me hacen los periodistas Rubén Martín y Jesús Estrada, sobre la política energética en el actual gobierno.  https://mx.ivoox...