martes, 19 de mayo de 2020

La funesta Comisión Nacional de los Salarios Mínimos




Para Milenio
Esteban Garaiz
10 de diciembre de 2019

Llamar funesta a la Comisión de los Salarios Mínimos no es una etiqueta irresponsable lanzada con rabia y animosidad.  Es simplemente calibrar el daño severo, esencial, que esa institución ha causado a la economía familiar de las mayorías nacionales desde 1982; y es, por tanto, la responsable instrumental del caos nacional en el que la Nación está hundida y del que no acabamos de salir: en salud y en seguridad, e incluso en integración familiar.
Además de violar sistemática y persistentemente por 36 años el espíritu mismo de donde derivó su creación: el artículo 123 constitucional.
Grandes discusiones sobre décimas de punto porcentual en nuestro crecimiento económico: que si el PIB este año concluirá en desaceleración (igual que toda la economía mundial); o si técnicamente ya llegamos a la recesión por medio punto.
Analistas sesudos metidos a la econometría; ninguno (casi) se ha puesto a reflexionar sobre la primera ley de la economía: el motor del crecimiento es la demanda. La inversión viene después, como consecuencia: cuando se ha comprobado la demanda.
Lo primero que hace cualquier inversionista serio y conocedor es comprobar si hay mercado para lo que pretende ofrecer y en lo que piensa invertir.
Cualquier econometrista serio tiene documentado, al centavo de centavo, lo que millones de familias en México sienten día con día: desde 1976 (año en que el poder adquisitivo del salario mínimo alcanzó su máximo histórico) al año 2018, el poder de compra del salario mínimo legal establecido por la susodicha Comisión cayó a menos del 24 por ciento.
O sea, dicho de otro modo: ni con cuatro salarios mínimos de 2018 un jefe de familia pudo adquirir lo que un trabajador legalmente contratado podía comprar en ese año 1976.
Ahora, gradualmente, pero muy tímidamente, parece haber un consenso, incluso entre varios de los organismos de representación empresarial, de que es imprescindible recuperar ese nivel en el poder adquisitivo familiar.
No faltan quienes siguen asustando con el petate del muerto: se va a desatar la inflación. Los hechos contundentes han demostrado que este año 2019 la inflación no sólo no se ha disparado, sino que se ha contraído ligeramente.
Está escrito en el Pacto Nacional revolucionario desde hace 102 años: artículo 123, VI: “Los salarios mínimos generales deberán ser suficientes para satisfacer las necesidades normales de un jefe de familia, en el orden material, social y cultural, y para proveer a la educación obligatoria de los hijos”. Jefe de familia.
En gran manera el sorprendente crecimiento económico que tuvo México desde 1940: el llamado “milagro mexicano” en las esferas de las Naciones Unidas (una vez sentadas las bases de la rectoría económica) hasta 1982, por más de 5 por ciento anual, se debe sin la menor duda al poder adquisitivo de las familias trabajadoras.
Desde 1982 más de 36 años violando la Constitución por un órgano público creado en el marco mismo constitucional del 123+.
Los trabajadores de México nada perderían, ni la propia economía nacional, si desaparece la hipócrita CONASAMI.

Entrevista sobre la política energética actual, en México.

Entrevista, que me hacen los periodistas Rubén Martín y Jesús Estrada, sobre la política energética en el actual gobierno.  https://mx.ivoox...